Javier Navarro, Secretario General de Gobierno de Nuevo León, confirmó que seguirá en su cargo, desmintiendo rumores sobre su salida del gabinete de Samuel García. La declaración llega en medio de especulaciones sobre posibles cambios en el equipo del gobernador, alimentadas por tensiones políticas en el estado.
Navarro, figura clave en el gobierno de Movimiento Ciudadano, aseguró que su permanencia busca garantizar la estabilidad en la administración estatal. Sin embargo, su decisión ha generado críticas entre sectores opositores, quienes señalan que su gestión ha estado marcada por conflictos con el Congreso local y problemas en la publicación de decretos.
La relación entre Navarro y el Poder Legislativo ha sido tensa desde hace meses. Diputados del PRI y PAN han acusado al secretario de retrasar la publicación de 42 decretos y 116 acuerdos en el Periódico Oficial del Estado, lo que consideran un incumplimiento grave. Estas fricciones han llevado a intentos de juicio político en su contra, aunque hasta ahora no han prosperado.
El funcionario defendió su actuación, argumentando que muchos de los decretos pendientes están en litigio, lo que impide su publicación inmediata. Navarro insistió en que el gobierno estatal mantiene un diálogo abierto con el Congreso, aunque las negociaciones no han logrado destrabar el conflicto por completo.
La permanencia de Navarro también ha sido cuestionada por su papel en la crisis política de 2023, cuando asumió como encargado del despacho durante la ausencia de Samuel García. En aquel momento, su designación fue avalada por un juez federal, pero generó controversias y acusaciones de abuso de autoridad por parte de la oposición.
Para los críticos, la continuidad de Navarro representa un obstáculo para mejorar la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. La presidenta del Congreso, Lorena de la Garza, lo ha calificado como un “pésimo interlocutor”, sugiriendo que su salida podría facilitar las negociaciones entre ambos poderes.
Por su parte, el PAN estatal consideró que mantener a Navarro en el cargo es un error estratégico del gobernador García. Según la dirigencia del partido, esta decisión podría complicar aún más el diálogo político en un momento clave para el estado, con retos como la organización del Mundial 2026 en el horizonte.
Pese a las críticas, Navarro parece contar con el respaldo del gobernador. Su experiencia como abogado y su trayectoria en el sector privado han sido destacadas por el Ejecutivo como fortalezas para enfrentar los desafíos de la administración. Sin embargo, su futuro dependerá de su capacidad para resolver los conflictos pendientes y evitar nuevos enfrentamientos con la oposición.
El panorama político en Nuevo León sigue siendo incierto, con Navarro en el centro de la controversia. Su permanencia en el cargo será puesta a prueba en los próximos meses, mientras el estado busca superar las divisiones y avanzar en su agenda de gobierno.