La Embajada de Israel en México ha lanzado una grave acusación contra Irán, afirmando que este país ha acumulado uranio suficiente para fabricar más de nueve bombas nucleares. Según un comunicado oficial, Irán estaría a pocos pasos de completar un programa nuclear clandestino, lo que representa una amenaza inminente para la seguridad global.
El gobierno israelí sostiene que Irán ha invertido enormes recursos en fortalecer su capacidad militar, con el objetivo de desarrollar armas nucleares. Esta situación, según Israel, obligó a su ejército a tomar medidas drásticas, incluyendo un ataque reciente contra un complejo militar iraní donde se sospecha que se enriquecía uranio.
El pasado viernes, el ejército de Israel llevó a cabo un bombardeo contra instalaciones estratégicas en Irán, incluyendo la planta nuclear de Natanz, considerada el corazón del programa nuclear iraní. Este ataque, descrito como “preventivo”, buscaba frenar el avance de Irán hacia la obtención de armamento nuclear.
En respuesta, Irán lanzó un ataque masivo con misiles contra varias ciudades de Israel. Algunos de estos misiles lograron impactar áreas civiles, a pesar de los sistemas de defensa aérea israelíes. Las sirenas de emergencia resonaron en múltiples regiones del país, mientras las autoridades pedían a la población resguardarse.
El comunicado de la Embajada de Israel subraya que la amenaza nuclear iraní no dejaba otra opción más que actuar de inmediato. Según sus informes, el uranio enriquecido acumulado por Irán podría ser procesado en cuestión de días para alcanzar el nivel necesario para armas nucleares.
Por su parte, Irán ha negado repetidamente que su programa nuclear tenga fines militares, insistiendo en que su objetivo es pacífico, destinado a la generación de energía. Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía Atómica ha señalado que Irán posee 408.6 kg de uranio enriquecido al 60%, un nivel muy cercano al necesario para fabricar armas nucleares.
El conflicto ha escalado las tensiones en Medio Oriente, con Israel justificando sus acciones como una medida de autodefensa. Mientras tanto, Irán ha prometido una respuesta contundente, acusando a Israel de violar su soberanía y de desestabilizar la región.
Las negociaciones nucleares entre Irán y potencias mundiales, mediadas por Omán, han colapsado recientemente, lo que ha incrementado los temores de una escalada mayor. Estados Unidos, aunque no participó directamente en los ataques israelíes, ha expresado preocupación por la situación y ha evacuado personal no esencial de su embajada en Irak.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado que su país no permitirá que Irán desarrolle armas nucleares, calificando los avances iraníes como “pasos sin precedentes”. La comunidad internacional observa con cautela, mientras el riesgo de un conflicto regional de mayores proporciones crece.
Este intercambio de ataques ha puesto en alerta a la región, con posibles repercusiones globales. La situación sigue siendo volátil, y el mundo espera los próximos movimientos de ambas naciones en este delicado escenario.