Las Fuerzas Armadas de Irán han confirmado el lanzamiento de un ataque masivo contra Tel Aviv, con decenas de misiles dirigidos a objetivos militares y estratégicos en la ciudad israelí. Este movimiento se produce como respuesta directa a los bombardeos realizados por Israel contra instalaciones nucleares y militares iraníes en las últimas horas, marcando una escalada significativa en el conflicto entre ambas naciones.
El ataque iraní comenzó en la noche del viernes, con cientos de misiles balísticos surcando el cielo hacia Israel, según reportes de la agencia estatal iraní IRNA. Las autoridades israelíes activaron sirenas antiaéreas en todo el país, mientras los sistemas de defensa, como la Cúpula de Hierro, trabajaban para interceptar los proyectiles. Sin embargo, varios misiles impactaron en Tel Aviv, dejando al menos 63 heridos, dos de ellos en estado grave.
Israel, por su parte, había iniciado la ofensiva el viernes por la madrugada con la Operación León Naciente, dirigida contra el corazón del programa nuclear iraní. Los bombardeos israelíes alcanzaron instalaciones clave en Teherán, Isfahán y Natanz, matando a altos mandos militares y científicos nucleares iraníes. Entre las víctimas confirmadas están el general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor, y Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria.
El líder supremo de Irán, Ali Jamenei, prometió un “castigo severo” para Israel, calificando los ataques como un “crimen imperdonable”. En un discurso televisado, el presidente iraní Masoud Pezeshkian aseguró que su país dará una respuesta “firme y sabia” al considerar los bombardeos israelíes como una declaración de guerra.
Los enfrentamientos han generado preocupación internacional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a Irán a negociar un acuerdo nuclear para evitar una escalada mayor, mientras que el secretario de Estado, Marco Rubio, negó cualquier participación de Washington en los ataques israelíes. Sin embargo, Irán acusó a Estados Unidos de ser cómplice, intensificando las tensiones diplomáticas.
En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu justificó los ataques como una medida preventiva para evitar que Irán desarrolle armas nucleares. Advirtió que “hay más por venir” y llamó al pueblo iraní a rechazar a su gobierno, al que describió como un “régimen opresor”. Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron haber destruido decenas de lanzamisiles y radares iraníes.
Los servicios de emergencia en Tel Aviv atendieron a las víctimas de los ataques iraníes, con reportes de daños en edificios y zonas residenciales. Las explosiones también se escucharon en Jerusalén, donde los residentes fueron instados a permanecer en refugios antiaéreos. La situación ha llevado a Israel a declarar un estado de emergencia, con el cierre del espacio aéreo y la cancelación de eventos públicos.
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su apoyo al derecho de Israel a defenderse, pero llamó a la contención para preservar la estabilidad regional. Rusia, por su parte, condenó los ataques israelíes, calificándolos de “inaceptables” por dirigirse contra civiles y objetivos nucleares.
El conflicto ha desatado temores de una guerra a gran escala en Oriente Medio, con Irán prometiendo más represalias y Israel manteniendo su postura de atacar cualquier amenaza a su seguridad. La situación sigue en desarrollo, con ambos países en máxima alerta.
Analistas advierten que la escalada podría tener consecuencias impredecibles, especialmente por los ataques a instalaciones nucleares iraníes, que Tel Aviv considera una amenaza existencial. Mientras tanto, la población en ambas naciones vive bajo la sombra de un conflicto que no muestra signos de desescalada.