La noche del viernes, Irán lanzó una tercera oleada de misiles contra Israel, intensificando el conflicto en la región. Medios israelíes reportaron múltiples impactos en Tel Aviv, con edificios dañados y columnas de humo elevándose en la ciudad. Las sirenas antiaéreas resonaron en todo el país, obligando a millones de personas a buscar refugio.
El ataque iraní se produce como respuesta a un bombardeo israelí masivo contra instalaciones nucleares y militares en Irán, iniciado en la madrugada del viernes. Según fuentes, esta ofensiva, bautizada como Operación León Ascendente, tenía como objetivo frenar el programa nuclear iraní. Israel justificó su acción como una medida preventiva ante una amenaza nuclear.
La Guardia Revolucionaria de Irán confirmó el lanzamiento de cientos de misiles balísticos hacia Israel, en una operación llamada Promesa Verdadera 3. A pesar de la activación del sistema de defensa Cúpula de Hierro, algunos proyectiles lograron impactar en Tel Aviv, causando daños estructurales significativos. Un misil habría alcanzado las cercanías del Ministerio de Defensa israelí.
Fuentes médicas reportaron al menos una mujer fallecida y más de 30 heridos en el área metropolitana de Tel Aviv. Entre las víctimas, dos personas se encuentran en estado crítico, mientras que otras presentan heridas leves o crisis de ansiedad. Los servicios de emergencia, como Magen David Adom, trabajan intensamente para atender a los afectados y rescatar a personas atrapadas en edificios colapsados.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la operación contra Irán como una de las mayores en la historia militar del país. Advirtió que los ataques continuarán para neutralizar cualquier amenaza. Por su parte, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, prometió una respuesta contundente, asegurando que Israel no quedará impune.
La comunidad internacional observa con preocupación esta escalada. Estados Unidos, que apoyó a Israel en la intercepción de misiles, negó participación directa en los ataques a Irán. Países como Rusia y Cuba condenaron la ofensiva israelí, mientras que China llamó a la moderación para evitar un conflicto regional mayor.
En Israel, las Fuerzas de Defensa pidieron a la población no compartir imágenes ni ubicaciones de los impactos, argumentando que esto podría beneficiar al enemigo. Las sirenas volvieron a sonar en la madrugada del sábado, manteniendo a la población en alerta máxima. En Jerusalén, se reportaron explosiones, aunque no hay confirmación de impactos directos.
El intercambio de ataques ha generado un cierre del espacio aéreo en Líbano y restricciones en Irán. La Organización Internacional de Energía Atómica indicó que no hay evidencia de daños graves en las instalaciones nucleares iraníes, aunque Natanz, una planta clave, sufrió afectaciones. La situación sigue siendo volátil, con el riesgo de una escalada aún mayor en el horizonte.

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Impactos en Tel Aviv tras nueva oleada de misiles iraníes: escalada de tensión en Medio Oriente
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