En un emotivo tributo, la ciudad de Monterrey rindió homenaje a Carlos Paredes, un ícono de la música cuya vida estuvo dedicada a la formación de voces y al enriquecimiento cultural. El evento, realizado este 13 de junio, reunió a artistas, alumnos y amantes de la música para celebrar su legado.
Carlos Paredes, nacido en Nuevo León, fue mucho más que un músico. Durante décadas, se destacó como un apasionado formador de talentos, guiando a cientos de jóvenes en el arte del canto. Su trabajo dejó una huella imborrable en coros y agrupaciones locales.
El homenaje incluyó presentaciones de coros que alguna vez estuvieron bajo su dirección. Voces juveniles y adultas resonaron en el auditorio, interpretando piezas clásicas que Paredes amaba. Cada nota fue un recordatorio de su dedicación a la música coral.
Familiares y amigos cercanos compartieron anécdotas sobre su vida. Recordaron su disciplina, pero también su calidez humana. Paredes no solo enseñaba técnica vocal, sino que inspiraba confianza y pasión en sus alumnos, muchos de los cuales hoy son profesionales.
El evento también destacó su labor como compositor. Paredes creó arreglos que fusionaban la música tradicional mexicana con estilos contemporáneos. Sus obras, interpretadas en el homenaje, mostraron su habilidad para conectar generaciones a través del arte.
Autoridades culturales locales estuvieron presentes, reconociendo su contribución al patrimonio musical de Monterrey. Se anunció la creación de una beca en su nombre para apoyar a jóvenes cantantes, asegurando que su legado perdure.
Antiguos alumnos subieron al escenario para compartir cómo Paredes transformó sus vidas. Desde quienes siguieron carreras en la música hasta aquellos que simplemente encontraron un refugio en el canto, todos coincidieron en su impacto profundo.
El cierre del homenaje fue un momento de gran emoción. Un coro masivo, formado por decenas de sus exalumnos, interpretó una de sus piezas favoritas. El público, de pie, aplaudió con lágrimas en los ojos, despidiendo a un maestro inolvidable.
La vida de Carlos Paredes es un ejemplo de cómo el arte puede unir comunidades. Su música seguirá resonando en las voces de quienes tuvieron el privilegio de aprender de él. Monterrey no olvidará a este gran maestro.