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Héctor Macedo promete revolucionar la justicia en el Estado de México en solo dos años

Héctor Macedo García, recién electo presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, ha levantado expectativas con su compromiso de transformar el sistema judicial mexiquense en un plazo de apenas dos años. Con 272,098 votos, equivalentes al 16.69% de la preferencia ciudadana, Macedo se posiciona como el líder de un cambio que busca acercar la justicia a la gente, según sus propias palabras.
Su elección marca un hito en la historia del Estado de México, al ser el primer presidente del Poder Judicial elegido por voto popular. Este proceso, surgido de la reciente reforma judicial, ha generado tanto expectativas como cuestionamientos sobre su capacidad para transformar un sistema históricamente criticado por su burocracia y lejanía con la ciudadanía.
Macedo, con más de 32 años de trayectoria en el Poder Judicial, asegura que su gestión no será un simple continuismo. Desde su campaña, dejó claro que su prioridad es combatir la corrupción y la opacidad, problemas que han erosionado la confianza en la justicia mexiquense durante décadas.
Entre sus propuestas destaca la creación de juzgados itinerantes para llevar la justicia a comunidades marginadas. Macedo insiste en que la justicia debe ser un derecho accesible, no un privilegio reservado para unos pocos, una idea que resonó entre los votantes que lo respaldaron.
Otro pilar de su plan es modernizar los procesos judiciales mediante el uso de inteligencia artificial. Esto, asegura, permitirá reducir los tiempos de resolución de casos, un problema crónico que ha dejado a miles de mexiquenses atrapados en trámites interminables.
El presidente electo también apuesta por capacitar al personal judicial con perspectiva de género y enfoque en derechos humanos. Su visión incluye priorizar a las víctimas, pueblos indígenas, mujeres violentadas y personas en situación de pobreza, grupos que históricamente han sido ignorados por el sistema.
Sin embargo, el reto no es menor. El Poder Judicial mexiquense enfrenta una estructura compleja, con más de 3,000 funcionarios y miles de expedientes en rezago. Macedo deberá demostrar que sus promesas no son solo discursos de campaña, sino un plan viable para transformar una institución cuestionada.
En su primer mensaje tras la elección, Macedo agradeció la confianza ciudadana y llamó a trabajar de manera coordinada con los poderes Ejecutivo y Legislativo. Su discurso busca tender puentes, pero también deja claro que su prioridad es la independencia judicial, un principio que será clave para medir su gestión.
La elección de Macedo ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos ven en él una oportunidad para renovar la justicia, otros advierten que su cercanía con el priismo y las dinámicas tradicionales del Poder Judicial podrían limitar el alcance de sus reformas.
Con su toma de protesta programada para el 5 de septiembre, los mexiquenses esperan que Macedo cumpla su promesa de una justicia más cercana, transparente y humana. Los próximos dos años serán cruciales para determinar si su liderazgo marca un verdadero cambio o queda en buenas intenciones.

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