La noche del viernes, Irán lanzó una serie de ataques con misiles balísticos contra Israel, dejando un saldo devastador: una mujer perdió la vida en Ramat Gan, al este de Tel Aviv, y al menos 63 personas resultaron heridas, dos de ellas en estado grave. Este ataque, en represalia por bombardeos israelíes previos, marca una escalada histórica en el conflicto entre ambos países, según reportes de medios internacionales.
Los misiles iraníes impactaron zonas residenciales de Tel Aviv y Jerusalén, generando caos y destrucción. Las sirenas antiaéreas resonaron en todo Israel, mientras los sistemas de defensa, como la Cúpula de Hierro, intentaban interceptar los proyectiles. Sin embargo, varios misiles lograron evadir las defensas, causando daños en edificios y áreas abiertas, según confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel.
La víctima mortal, una mujer de 60 años, fue declarada muerta en el lugar tras el impacto de fragmentos de un misil en Ramat Gan. Equipos de emergencia, incluidos bomberos y rescatistas, trabajaron sin descanso para atender a los heridos y evaluar los daños. Los hospitales en Tel Aviv reportaron un aumento en la atención de heridos, con casos que van desde lesiones leves hasta estados críticos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el ataque iraní como una violación de “líneas rojas” y prometió una respuesta contundente. En un mensaje al pueblo iraní, instó a aprovechar la debilidad del régimen para “alzarse” y buscar la libertad, mientras aseguró que los ataques israelíes previos debilitaron significativamente las capacidades nucleares y militares de Irán.
Por su parte, Irán justificó su ofensiva como una respuesta a los bombardeos israelíes que, horas antes, golpearon instalaciones nucleares y militares en Teherán y otras provincias, dejando al menos 78 muertos, según el embajador iraní ante la ONU. Entre las víctimas se encuentran altos mandos militares y científicos nucleares, lo que intensifica la tensión en la región.
El conflicto, que comenzó con un ataque israelí descrito como “preventivo” contra el programa nuclear iraní, ha generado preocupación mundial. Líderes internacionales, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han llamado a la diplomacia para evitar una escalada mayor, aunque Irán acusó a Estados Unidos de complicidad en los ataques israelíes.
La comunidad internacional observa con inquietud cómo este intercambio de ataques podría derivar en un conflicto regional más amplio. El cierre de espacios aéreos en ambos países y reportes de explosiones en el aeropuerto de Teherán sugieren que la situación sigue siendo volátil.
Mientras los trabajos de rescate continúan en ambas naciones, las imágenes de edificios destruidos y el humo cubriendo Teherán y Tel Aviv reflejan la magnitud de esta crisis. La incertidumbre sobre los próximos pasos de Israel e Irán mantiene al mundo en vilo, con el riesgo de una guerra abierta cada vez más latente.