En un nuevo golpe al narcomenudeo en el Estado de México, autoridades detuvieron a una joven de 19 años en Zinacantepec. La mujer, identificada como Azul “N”, fue sorprendida en plena transacción de droga. Este caso pone otra vez el reflector sobre la creciente ola de inseguridad que azota a los municipios mexiquenses.
La captura ocurrió durante un patrullaje rutinario de la Secretaría de Seguridad del Estado de México en la localidad de San Luis Mextepec. Los agentes observaron a la joven intercambiando paquetes por dinero, una escena que levantó sospechas de inmediato. Al acercarse, confirmaron que se trataba de una operación de venta de estupefacientes.
Tras una revisión protocolaria, los policías encontraron en poder de Azul “N” un total de 30 bolsas con cierre hermético. Cada una contenía una sustancia granulada con las características del cristal, una droga sintética de alto impacto. La cantidad incautada evidencia la magnitud del problema del narcomenudeo en la zona.
La detenida fue puesta a disposición del Ministerio Público, donde se determinará su situación legal. Las autoridades investigan si la joven forma parte de una red más amplia de distribución de drogas en Zinacantepec. Este tipo de detenciones, aunque frecuentes, no parecen disminuir el flujo de estupefacientes en las calles.
El caso de Azul “N” no es aislado. En los últimos meses, Zinacantepec ha sido escenario de múltiples operativos contra el narcomenudeo y otros delitos. Desde secuestros hasta extorsiones, la delincuencia parece ganar terreno, mientras los ciudadanos exigen respuestas claras y acciones contundentes.
La proliferación de drogas como el cristal en municipios cercanos a la capital mexiquense prende las alarmas. Este tipo de sustancias no solo destruyen vidas, sino que alimentan la violencia y el crimen organizado. La pregunta que muchos se hacen es: ¿qué está fallando en la estrategia de seguridad?
Las autoridades locales y estatales han prometido reforzar los operativos en Zinacantepec y otros puntos críticos. Sin embargo, los resultados parecen insuficientes frente a la magnitud del problema. La detención de una joven de 19 años es solo la punta del iceberg de un sistema que no logra contener la inseguridad.
Este nuevo episodio en Zinacantepec refleja la urgencia de abordar el narcomenudeo desde sus raíces. Mientras las drogas sigan circulando libremente, la tranquilidad de las familias mexiquenses seguirá en riesgo. La sociedad espera más que detenciones aisladas: exige un cambio real.