Chihuahua se encuentra entre los estados más atrasados de México en la prevención y atención del VIH, según Alaín Pinzón, director de VIHve Libre, una organización dedicada a apoyar a personas con esta condición. La falta de medicamentos, pruebas de detección y condones ha generado un vacío que las autoridades no han sabido llenar, dejando a la población vulnerable.
Pinzón, quien visitará Ciudad Juárez el 21 de junio para participar en la mesa panel “Democracia y Diversidad Sexual” y en la XXI Marcha de las Diversidades Afectivo Sexuales, destacó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta serios problemas. La discontinuidad en los tratamientos pone en riesgo la salud de quienes viven con VIH.
La ausencia de una respuesta efectiva por parte de las instituciones de salud ha obligado a organizaciones civiles a tomar un rol protagónico. Estas asociaciones están cubriendo las deficiencias en diagnóstico oportuno, acceso a medicamentos y campañas de prevención, tareas que deberían ser responsabilidad del gobierno.
En Chihuahua, la situación es particularmente preocupante. La falta de pruebas rápidas limita la detección temprana, un factor clave para controlar la propagación del virus. Sin un diagnóstico a tiempo, muchas personas desconocen su estado, lo que aumenta el riesgo de transmisión.
El acceso a medicamentos antirretrovirales, esenciales para mantener la calidad de vida de las personas con VIH, también es limitado. Pinzón señaló que la escasez de estos fármacos en el IMSS refleja una falla estructural en el sistema de salud pública del estado.
La prevención, otro pilar fundamental, está igualmente descuidada. La distribución de condones, una medida básica para reducir los contagios, es insuficiente. Esto deja a poblaciones vulnerables, como trabajadoras sexuales y jóvenes, sin herramientas esenciales para protegerse.
Organizaciones como VIHve Libre han intentado llenar estos vacíos, pero sus recursos son limitados. La sociedad civil no puede sustituir por completo la responsabilidad del gobierno, que debería garantizar el acceso universal a la salud, especialmente en un tema tan crítico como el VIH.
La visita de Pinzón a Ciudad Juárez busca visibilizar estas problemáticas y promover un diálogo sobre la inclusión y los derechos de las personas con VIH. Sin embargo, sin un compromiso real de las autoridades, los avances seguirán siendo insuficientes.
La situación en Chihuahua refleja un problema más amplio en México, donde la atención al VIH enfrenta retos estructurales. Mientras las organizaciones civiles luchan por mitigar el impacto, la falta de acción gubernamental sigue siendo el principal obstáculo.
Es urgente que las autoridades estatales y federales tomen medidas concretas para garantizar medicamentos, pruebas y campañas de prevención. La salud de miles de personas depende de una respuesta inmediata y efectiva.