Un avión de Air India, con 156 pasajeros a bordo, vivió momentos de tensión al realizar un aterrizaje de emergencia en Phuket, Tailandia, tras descubrirse una amenaza de bomba durante el vuelo. El incidente ocurrió en el vuelo AI 379, que cubría la ruta entre Phuket y Nueva Delhi, cuando el piloto recibió una notificación alarmante.
El mensaje de amenaza fue encontrado en uno de los baños de la aeronave, según informaron las autoridades del aeropuerto de Phuket. La nota, cuyo origen aún no se ha identificado, desató un protocolo de emergencia inmediato. El avión, un Airbus A320, regresó al aeropuerto de origen tras dar varias vueltas sobre el mar de Andamán.
A las 9:30 de la mañana, hora local, el aeropuerto recibió la alerta y activó un plan de contingencia. Todos los pasajeros y los ocho miembros de la tripulación fueron evacuados sin incidentes. Las autoridades trasladaron a los viajeros a una zona segura mientras equipos especializados inspeccionaban la aeronave.
La búsqueda exhaustiva incluyó la revisión de los compartimentos, el equipaje y los depósitos del avión. Tras varias horas de inspección, las autoridades confirmaron que no se encontraron explosivos ni objetos sospechosos. El alivio fue generalizado, pero la incertidumbre sobre el responsable persiste.
Este incidente se produce en un contexto complicado para Air India. Solo un día antes, la aerolínea sufrió un trágico accidente en Ahmedabad, India, donde un vuelo con más de 240 pasajeros se estrelló, dejando un solo sobreviviente. Aunque los eventos no están relacionados, la coincidencia ha generado preocupación entre los usuarios.
Las aerolíneas indias, incluido Air India, han enfrentado una ola de amenazas falsas en los últimos meses. En 2024, se reportaron cerca de mil alertas de bomba, la mayoría sin fundamento, lo que ha tensionado los protocolos de seguridad en el país. Estas amenazas suelen llegar a través de redes sociales o mensajes anónimos.
Tras el incidente, los pasajeros del vuelo AI 379 fueron reubicados en otro avión para continuar su viaje a Nueva Delhi. El vuelo despegó con un retraso de más de siete horas, según datos de FlightRadar24. Las operaciones en el aeropuerto de Phuket no se vieron afectadas.
Las autoridades tailandesas continúan investigando el origen de la amenaza. Hasta el momento, no se ha identificado al culpable, y el caso sigue abierto. Este tipo de incidentes pone en evidencia los retos de seguridad que enfrentan las aerolíneas en un entorno de crecientes alertas falsas.
La situación ha generado debates sobre la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en la aviación. Mientras tanto, los pasajeros afectados relataron momentos de angustia, pero también el alivio de saber que todo quedó en un susto. La calma regresó, pero la pregunta sobre quién está detrás de estas amenazas permanece sin respuesta.