Vero Lezama, presidenta honoraria del Sistema DIF Quintana Roo, rindió su primer informe de actividades en Chetumal, en un evento cargado de discursos y cifras que buscan convencer a la ciudadanía de los supuestos avances en asistencia social. Acompañada por la gobernadora Mara Lezama, su hermana, la funcionaria destacó lo que llamó una gestión con “entrega, responsabilidad y corazón”. Pero, ¿realmente se están transformando vidas o solo se trata de una fachada para la administración morenista?
El informe se centró en la atención a sectores vulnerables, como niñas, niños, personas con discapacidad y adultos mayores. Lezama presumió la creación del primer PILARES en Villas Otoch Paraíso, un espacio en Cancún destinado a proteger a la infancia y adolescencia de entornos violentos. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿un solo centro es suficiente para un estado con tantas necesidades?
En materia de discapacidad, se habló de consultas médicas, cirugías, prótesis y terapias, además de certificaciones para promover la inclusión. Aunque los números suenan bien, no se ofrecieron detalles sobre cuántas personas fueron realmente beneficiadas ni cómo se garantiza que estos apoyos lleguen a las comunidades más alejadas. La opacidad en los datos genera dudas sobre el impacto real de estas acciones.
Otro punto destacado fue el programa de desayunos escolares, que según Lezama ha mejorado la nutrición de niñas y niños en todo el estado. También se mencionaron apoyos alimentarios, medicamentos y asistencia en emergencias, como el huracán Beryl. Pero en un estado donde la pobreza sigue afectando a miles, ¿son estas medidas suficientes o solo paliativos temporales?
Lezama no perdió oportunidad de elogiar a la gobernadora Mara Lezama, resaltando su liderazgo como la primera mujer en gobernar Quintana Roo. En este contexto, se habló del programa “Mujer es Poder”, que habría beneficiado a miles de jefas de familia con apoyos económicos y capacitaciones. Sin embargo, la falta de cifras concretas y testimonios directos deja en el aire la efectividad de esta iniciativa.
La presidenta honoraria también celebró eventos masivos, como las festividades del Día de Reyes y Día del Niño en 100 comunidades, algo que calificó como “histórico”. Aunque estas actividades pueden generar simpatía, no abordan los problemas estructurales de fondo, como el acceso a la educación, la salud o la seguridad para las familias quintanarroenses.
El informe incluyó menciones a la rehabilitación de espacios como casas de asistencia y centros de rehabilitación integral, así como el fortalecimiento de clubes para adultos mayores. Pero en un estado con recursos turísticos millonarios, ¿por qué sigue habiendo instalaciones deficientes y programas rezagados, como la propia Lezama admitió al inicio de su gestión?
En su discurso, Lezama aseguró que “el único poder que sirve es el que sirve para servir a los demás”. Sin embargo, la cercanía familiar con la gobernadora y la falta de transparencia en los resultados hacen que muchos se cuestionen si este informe refleja un compromiso genuino o solo es parte de la narrativa de un gobierno que busca mantenerse en el poder.
Mientras el DIF Quintana Roo presume logros, la realidad de miles de familias en el estado sigue marcada por la desigualdad y la vulnerabilidad. Los discursos llenos de sensibilidad social no bastan si no van acompañados de acciones contundentes y verificables.
Este primer informe deja más preguntas que respuestas. ¿Será que el DIF de Quintana Roo realmente está transformando vidas, o solo estamos ante otra promesa más de la administración morenista? El tiempo y los hechos serán los únicos jueces.

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Vero Lezama presenta su primer informe al frente del DIF Quintana Roo: ¿Resultados reales o promesas vacías?
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