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Texas despliega miles de efectivos para frenar protestas: ¿Se avecina un nuevo caos en la frontera?

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha anunciado el despliegue de más de 5,000 elementos de la Guardia Nacional y 2,000 agentes del Departamento de Seguridad Pública estatal. Esta medida busca contener posibles protestas de migrantes en el estado, tras los disturbios registrados en Los Ángeles. Abbott fue contundente al advertir que no tolerará “la anarquía” vista en California.
La decisión se enmarca en un contexto de tensión por las políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump. Según Abbott, Texas no permitirá que las manifestaciones se salgan de control, y cualquier acto que dañe la propiedad o ponga en riesgo a las personas resultará en arrestos inmediatos. Las autoridades texanas buscan mantener el orden a toda costa.
El despliegue se concentrará en áreas estratégicas, incluyendo puntos clave de la frontera sur, designados este año como “áreas de defensa nacional” por el gobierno federal. Estas zonas abarcan regiones en Texas, Arizona y Nuevo México, donde se han intensificado las medidas de seguridad para frenar la migración irregular y el tráfico de sustancias.
La situación en Los Ángeles, donde las protestas contra las redadas migratorias han escalado en violencia, ha encendido las alarmas en Texas. Abbott señaló que su estado está preparado para evitar un escenario similar, reforzando la presencia de fuerzas del orden en las principales ciudades y zonas fronterizas.
Críticos de esta medida, incluyendo activistas y artistas con raíces hispanas, han expresado su preocupación. Argumentan que el despliegue masivo de efectivos podría exacerbar las tensiones y afectar los derechos de los migrantes. Algunos han comparado estas acciones con una militarización de la frontera.
Por su parte, el gobierno de California, liderado por Gavin Newsom, ha solicitado a un tribunal federal que limite el apoyo militar a los agentes de migración. Newsom ha advertido que no se tolerarán actos de vandalismo, pero también ha pedido moderación en las respuestas de las autoridades.
La estrategia de Texas incluye un entrenamiento especializado para los elementos de la Guardia Nacional, enfocado en el manejo de multitudes. El mayor general Scott Sherman detalló que los marines asignados a estas tareas están listos para actuar en caso de que las protestas escalen.
Este nuevo capítulo en la crisis migratoria ha reavivado el debate sobre las políticas de seguridad fronteriza. Mientras Texas refuerza su postura, la incertidumbre crece sobre cómo evolucionarán las tensiones en la región y si estas medidas lograrán mantener el control o generarán más conflictos.
Organizaciones como Buscando Cuerpos han señalado las fallas en los protocolos de búsqueda y custodia en la frontera, lo que añade otra capa de complejidad al problema. La situación sigue siendo vigilada de cerca por autoridades y activistas en ambos lados de la frontera.

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