La presidenta Claudia Sheinbaum se reunió con Christopher Landau, subsecretario de Estado de Estados Unidos, en un encuentro que ella misma calificó como “de cortesía”. Sin embargo, detrás de las formalidades, la mandataria aprovechó para expresar su desacuerdo con las redadas contra migrantes mexicanos en territorio estadounidense. Según Sheinbaum, estas acciones no solo afectan a los trabajadores honestos, sino que también dañarán la economía de Estados Unidos.
El encuentro, que tuvo lugar en Palacio Nacional, duró cerca de dos horas y media. Sheinbaum destacó que Landau, acompañado por el embajador Ronald Johnson, buscaba fortalecer la relación bilateral entre México y Estados Unidos. Sin embargo, la discusión sobre las redadas migratorias marcó el tono de la reunión. La presidenta insistió en que los migrantes mexicanos son esenciales para la economía estadounidense, un mensaje que parece dirigido tanto a Washington como a su base política en México.
La postura de Sheinbaum llega en un momento de tensión con el gobierno de Donald Trump, cuya administración ha intensificado las operaciones migratorias. En Los Ángeles, 61 mexicanos han sido detenidos en redadas recientes, según confirmó la propia presidenta. Estos connacionales, aseguró, están recibiendo apoyo consular, especialmente del Consulado de México en Los Ángeles, donde las protestas contra las detenciones han escalado.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aprovechó para desmentir las acusaciones de la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, quien la señaló de alentar protestas violentas en Los Ángeles. La mandataria calificó estas afirmaciones como “absolutamente falsas” y reiteró que su gobierno condena cualquier forma de violencia, incluyendo la quema de patrullas, que describió como actos de provocación más que de resistencia.
La reunión con Landau también sirvió para abordar otros temas, como los avances en seguridad y migración del gobierno mexicano. Sheinbaum presentó resultados de su administración, aunque no detalló cuáles. Este gesto parece un intento de proyectar fortaleza ante un socio internacional clave, mientras enfrenta críticas internas por la inseguridad y la polarización política.
El encuentro no estuvo exento de especulaciones. Algunos analistas ven en la postura de Sheinbaum un esfuerzo por consolidar su imagen como defensora de los migrantes, un tema sensible para millones de mexicanos con familiares en Estados Unidos. Sin embargo, otros cuestionan si esta confrontación con Washington es genuina o solo una estrategia para ganar puntos políticos en casa.
La visita de Landau es parte de una gira que incluye El Salvador y Guatemala, con el objetivo de fortalecer acuerdos en seguridad y comercio. Además, prepara el terreno para una próxima visita del secretario de Estado, Marco Rubio, y un posible encuentro entre Sheinbaum y Trump en la Cumbre del G7. Estos eventos podrían definir el rumbo de la relación México-Estados Unidos en los próximos años.
Mientras tanto, la situación de los migrantes mexicanos en Estados Unidos sigue siendo crítica. Las redadas han generado temor en las comunidades, y las protestas en Los Ángeles reflejan el descontento con las políticas de Trump. Sheinbaum, por su parte, parece decidida a mantener el tema en el centro de su agenda, aunque queda por verse si sus palabras se traducirán en acciones concretas para proteger a los connacionales.
La relación bilateral, aunque marcada por tensiones, no está rota. Landau y Johnson insistieron en buscar “la mejor relación” entre ambos países, un mensaje que contrasta con las políticas migratorias de su gobierno. Sheinbaum, mientras tanto, navega entre la diplomacia y la retórica, en un intento de equilibrar las expectativas de su pueblo y las demandas de un vecino poderoso.
Este episodio deja en claro que la migración seguirá siendo un punto de fricción entre México y Estados Unidos. Con la Cumbre del G7 en el horizonte, el mundo estará atento a cómo Sheinbaum y Trump manejan este delicado tema, que afecta no solo a los migrantes, sino a la estabilidad económica y política de ambos países.