El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha anunciado una reestructuración en su gabinete, buscando fortalecer su administración en la recta final de su mandato. Los cambios, presentados como una estrategia para optimizar el trabajo del gobierno estatal, se enfocan en tres grandes áreas: Buen Gobierno, Igualdad y Riqueza Sostenible. Esta decisión ha generado expectativa en el estado, especialmente por el contexto político actual.
Miguel Flores, exsecretario de Finanzas, asumirá la Coordinación del Gabinete de Buen Gobierno. Su experiencia en la administración pública se espera que fortalezca la gestión y transparencia en las políticas estatales. Flores ha sido una figura clave en el equipo de García, y su nuevo rol apunta a consolidar proyectos prioritarios.
Por otro lado, Daniel Acosta, quien previamente ocupó cargos en el ámbito de la igualdad, encabezará la Coordinación del Gabinete de Igualdad. Este movimiento busca reforzar las políticas de inclusión y equidad, temas que han sido centrales en el discurso del gobernador. Acosta tendrá la tarea de impulsar programas que promuevan el desarrollo social en Nuevo León.
Federico Rojas, un nombre conocido en el ámbito económico, fue designado como coordinador del Gabinete de Riqueza Sostenible. Su rol será clave para alinear las estrategias de desarrollo económico con la sostenibilidad, un tema que García ha destacado en los últimos años. Rojas enfrentará el reto de mantener el crecimiento económico del estado.
Estos cambios llegan en un momento crucial para Nuevo León, con el Mundial de Fútbol 2026 en el horizonte. El gobernador ha enfatizado que su equipo trabajará para garantizar que el estado esté preparado para este evento internacional. La reestructuración busca dar un impulso a proyectos de infraestructura y movilidad, como las líneas del Metro y carreteras.
Sin embargo, no todo ha sido bien recibido. Críticos han señalado que los cambios podrían ser una maniobra para fortalecer la imagen de García de cara al cierre de su administración. Las acusaciones de ineficiencia en algunos proyectos estatales, como el presupuesto y la seguridad, siguen siendo un punto de controversia.
El gobernador defendió las designaciones, asegurando que los nuevos coordinadores son perfiles capacitados para enfrentar los retos del estado. Según García, la reestructuración responde a la necesidad de alinear los esfuerzos del gobierno con las demandas de la ciudadanía. Sin embargo, algunos sectores piden resultados concretos antes de emitir un juicio.
La administración de García ha enfrentado altibajos, con logros en áreas como infraestructura, pero también críticas por conflictos con el Congreso local. La aprobación del presupuesto 2025 y el manejo de la seguridad pública siguen siendo temas pendientes que el nuevo gabinete deberá abordar con urgencia.
Mientras tanto, la ciudadanía de Nuevo León espera que estos movimientos se traduzcan en mejoras tangibles. La presión está puesta en el equipo de García para demostrar que esta reestructuración no es solo un cambio de nombres, sino un paso hacia una gestión más eficiente.
Con menos de un año para el Mundial de 2026, los ojos están puestos en cómo este nuevo gabinete manejará los preparativos. La reestructuración podría ser una oportunidad para que García cierre su gestión con resultados sólidos, pero el tiempo dirá si las decisiones tomadas hoy cumplen con las expectativas.