El programa Salud Casa por Casa, impulsado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, ha llegado a 1.8 millones de mexiquenses, según cifras oficiales. Este plan, que busca llevar atención médica a adultos mayores y personas con discapacidad, promete transformar la salud en el Estado de México. Pero, ¿realmente está cumpliendo con las expectativas de la población?
En Ixtapaluca, la presidenta Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez dieron el banderazo a esta iniciativa, destacando su enfoque en la prevención. Aseguran que 1,400 profesionales de la salud recorrerán los hogares mexiquenses para garantizar atención médica gratuita. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es suficiente este número para cubrir las necesidades de millones?
El programa, que forma parte del sistema IMSS-Bienestar, pretende crear expedientes médicos para cada beneficiario. Hasta ahora, se han censado a 8.7 millones de personas a nivel nacional, de una meta de 13.7 millones. En el Estado de México, las visitas médicas comenzaron en mayo, priorizando zonas rurales con unidades móviles. Pero muchos se preguntan si estas acciones llegarán a todos los rincones olvidados.
Ariadna Montiel, secretaria de Bienestar, explicó que las visitas incluyen pruebas rápidas y la elaboración de historias clínicas. Los médicos y enfermeras asignados serán los mismos en cada visita para dar continuidad al tratamiento. No obstante, la capacitación del personal apenas inició en enero de 2025, lo que genera dudas sobre la preparación de los equipos.
Otro punto clave es el acceso a medicamentos. El programa promete que los beneficiarios recibirán sus medicinas tras el diagnóstico inicial, pero la construcción de las Farmacias del Bienestar aún está en proceso. Esto podría retrasar la entrega de tratamientos esenciales para los pacientes más vulnerables.
En el Estado de México, donde más de 3.5 millones de personas son adultos mayores o tienen alguna discapacidad, la expectativa es alta. Sin embargo, la historia reciente del sistema de salud público, con rezagos agravados por la pandemia, hace que muchos mexiquenses desconfíen de estas promesas.
El gobierno federal asegura que Salud Casa por Casa es una política pública “hecha con amor”. Pero los ciudadanos exigen resultados concretos: médicos capacitados, medicamentos disponibles y atención oportuna. ¿Podrá este programa superar los retos logísticos y burocráticos que han afectado otros proyectos de Morena?
Mientras las brigadas de salud recorren las calles, los mexiquenses esperan que esta iniciativa no se quede en buenas intenciones. La salud es un derecho, pero transformar la realidad de millones requerirá mucho más que discursos y cifras. El tiempo dirá si Salud Casa por Casa es la solución que el Estado de México necesita.

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Salud Casa por Casa: ¿Un verdadero cambio o más promesas vacías para los mexiquenses?
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