En Naucalpan, Estado de México, las autoridades municipales han intensificado sus esfuerzos para combatir la contaminación en las vías públicas. Desde el inicio de 2025, se ha detenido a 150 personas por arrojar basura en calles, ríos y barrancas, una práctica que el gobierno local considera un delito grave por sus impactos ambientales.
El gobierno de Naucalpan, encabezado por el morenista Isaac Montoya, ha implementado operativos constantes para identificar y sancionar a quienes infrinjan las normativas. Estas acciones buscan mitigar los problemas causados por la acumulación de desechos, que han generado desde inundaciones hasta daños en el ecosistema local.
Las sanciones por tirar basura en espacios públicos son claras. Según el Bando Municipal, los infractores pueden enfrentar multas de hasta 30 Unidades de Medida y Actualización, equivalentes a aproximadamente 3,400 pesos, dependiendo de la gravedad de la falta.
Además de las multas, quienes sean sorprendidos arrojando basura podrían enfrentar arrestos de hasta 18 horas. En casos más severos, los responsables son presentados ante un juez cívico o incluso el Ministerio Público, especialmente si sus acciones causan daños significativos al medio ambiente.
Uno de los casos más críticos ocurrió en la presa Los Cuartos, donde se retiraron 200 toneladas de basura que obstruían el sistema de drenaje. Esta acumulación provocó inundaciones y puso en riesgo a miles de habitantes en las zonas aledañas, evidenciando la magnitud del problema.
El gobierno municipal ha reiterado que la limpieza de Naucalpan es una responsabilidad compartida. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la falta de conciencia ciudadana sigue siendo un obstáculo para mantener las calles y cuerpos de agua libres de desechos.
Las autoridades han señalado que los operativos no solo buscan sancionar, sino también generar un cambio cultural. Se han implementado campañas de concientización para educar a la población sobre la importancia de disponer adecuadamente de los residuos.
A pesar de estas medidas, algunos habitantes han expresado su descontento, argumentando que las sanciones son excesivas. Sin embargo, el gobierno local insiste en que estas acciones son necesarias para proteger el entorno y garantizar la seguridad de la población.
El problema de la basura no es exclusivo de Naucalpan. Otros municipios del Estado de México enfrentan retos similares, pero la falta de aplicación de sanciones en algunos casos ha limitado los avances en la gestión de residuos.
Naucalpan continuará con los operativos de vigilancia y limpieza, con el objetivo de reducir los daños ambientales y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Las autoridades han enfatizado que no habrá tolerancia para quienes sigan contaminando las calles.