En un nuevo caso que sacude a Nuevo León, dos altos mandos de la policía municipal de Linares han sido vinculados a proceso y enviados a prisión preventiva por su presunta participación en la desaparición forzada de una persona. Los hechos, que han generado indignación entre los ciudadanos, exponen una vez más la grave crisis de inseguridad que atraviesa el estado.
Ernesto “N”, director de Seguridad Pública de Linares, y Francisco “N”, coordinador de la policía municipal, fueron detenidos tras un operativo encabezado por la Fuerza Civil. La intervención de las autoridades estatales se dio luego de que se descubriera que un hombre, detenido en abril, desapareció sin dejar rastro tras su ingreso a las celdas municipales.
El caso comenzó el pasado 3 de abril, cuando Juan Jesús Padrón Gómez fue arrestado por policías de Linares. Según la información oficial, el detenido fue trasladado a las celdas municipales, pero su familia nunca volvió a saber de él. Las autoridades locales aseguraron que el hombre fue liberado un día después, pero no hay evidencia que respalde esta versión.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León tomó el caso con seriedad, calificándolo como una desaparición forzada. Las investigaciones revelaron irregularidades en el manejo del detenido, lo que llevó a la detención de los mandos policiacos. Videos de cámaras de vigilancia y testimonios de otros detenidos están siendo analizados para esclarecer los hechos.
Este escándalo ha puesto en el ojo del huracán a la administración municipal de Linares, gobernada por Morena. La falta de transparencia en el actuar de la policía local ha generado críticas hacia las autoridades, quienes no han logrado explicar qué pasó con Padrón Gómez. La ciudadanía exige respuestas claras y justicia para la víctima.
La intervención de Fuerza Civil no solo resultó en la detención de los mandos, sino también en la toma de control de la policía municipal de Linares. Esta medida busca garantizar que no se obstruyan las investigaciones y que se restablezca la confianza en las instituciones de seguridad, severamente dañada por este caso.
Además de los dos mandos, cinco escoltas del director de la policía también fueron arrestados, lo que sugiere que la red de complicidad podría ser más amplia. Las autoridades no descartan que otros elementos de la corporación estén involucrados en la desaparición, lo que agrava la percepción de corrupción en las fuerzas del orden.
La desaparición forzada de personas es un delito grave que ha incrementado en México en los últimos años. Este caso en Linares es un reflejo de la impunidad que persiste en algunas regiones, donde las autoridades, en lugar de proteger a la ciudadanía, parecen estar involucradas en actos criminales.
La familia de Juan Jesús Padrón Gómez continúa en la incertidumbre, sin saber si su ser querido está vivo o qué ocurrió tras su detención. La presión social para que se haga justicia crece, mientras los ojos están puestos en la Fiscalía para que no haya encubrimiento ni protección a los responsables.
Este caso no solo evidencia los problemas estructurales en la policía municipal de Linares, sino que también pone en entredicho la capacidad de las autoridades locales para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. La crisis de confianza en las instituciones sigue profundizándose en Nuevo León.