Un Boeing 787-8 Dreamliner de Air India se estrelló minutos después de despegar de Ahmedabad, India, con 242 personas a bordo, lo que provocó una caída de casi el 8% en las acciones del fabricante estadounidense durante las operaciones previas a la apertura del mercado. El avión, que se dirigía al aeropuerto de Gatwick en Londres, se precipitó en una zona residencial cercana al aeropuerto, según reportes policiales.
El ministro federal de Salud de India confirmó que el accidente dejó numerosas víctimas, aunque aún no se han precisado las cifras exactas de fallecidos. Este suceso marca el primer accidente catastrófico de un Boeing 787 Dreamliner, un modelo que hasta ahora no había registrado víctimas mortales en incidentes previos, aunque sí problemas operativos en el pasado.
La caída en bolsa refleja la preocupación de los inversionistas, quienes comenzaron a vender sus títulos tras conocerse la noticia. Las acciones de Boeing alcanzaron los 196.75 dólares en la preapertura, un descenso significativo que pone en entredicho los esfuerzos de la compañía por recuperar la confianza en la seguridad de sus aviones.
Boeing, bajo la dirección de su nuevo presidente ejecutivo, Kelly Ortberg, enfrenta un momento crítico. La empresa ha lidiado con problemas de seguridad desde los accidentes mortales de los 737 MAX en 2018 y 2019, así como un incidente en 2024 donde un panel de un 737 MAX se desprendió en pleno vuelo. Este nuevo accidente podría complicar aún más su recuperación.
El fabricante emitió un comunicado indicando que está en contacto con Air India y que trabaja para recopilar más información sobre el accidente. Sin embargo, las causas del siniestro aún no están claras, lo que genera incertidumbre en el mercado y entre los pasajeros que confían en los aviones de Boeing.
El impacto no solo afectó a Boeing. Las acciones de GE Aerospace, fabricante de motores para aviones, cayeron un 3%, mientras que Spirit AeroSystems, proveedor de fuselajes para el 787, perdió cerca del 4% en las operaciones previas a la apertura del mercado en Nueva York.
Este accidente ocurre en un contexto donde la industria aérea enfrenta crecientes demandas. Airbus, principal competidor de Boeing, proyecta un aumento del 3.6% anual en el tráfico aéreo mundial durante los próximos 20 años, lo que requerirá la entrega de unos 43,400 nuevos aviones. Sin embargo, incidentes como este podrían influir en la confianza de las aerolíneas hacia Boeing.
La tragedia en Ahmedabad pone bajo escrutinio la seguridad de los aviones Boeing, especialmente el 787 Dreamliner. Aunque el modelo ha sido elogiado por su tecnología avanzada, los problemas operativos previos y este accidente fatal podrían generar cuestionamientos sobre los procesos de producción y control de calidad de la empresa.
Mientras las autoridades indias investigan las causas del accidente, la presión sobre Boeing crece. Los inversionistas y el público esperan respuestas claras sobre lo sucedido y sobre las medidas que la compañía tomará para garantizar la seguridad de sus aviones en el futuro.
Este incidente representa un nuevo desafío para Boeing, que busca estabilizar su producción y recuperar la confianza del mercado. La evolución de las investigaciones será clave para determinar el impacto a largo plazo en la reputación y las finanzas de la empresa.

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Las acciones de Boeing se desploman tras el trágico accidente de un avión de Air India
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