La Embajada de Estados Unidos en México ha anunciado un endurecimiento en los requisitos para obtener visas, una medida que llega en un contexto de crecientes operativos migratorios en la frontera sur. Esta decisión responde a las políticas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, quien ha designado ciertas áreas de Arizona, Texas y Nuevo México como “zonas de defensa nacional”.
Las nuevas disposiciones incluyen revisiones más estrictas de los perfiles de redes sociales de los solicitantes, con el objetivo de identificar posibles riesgos para la seguridad nacional. Las autoridades estadounidenses ahora examinan publicaciones, contactos y actividades en plataformas como Facebook, Instagram y X para evaluar las intenciones de los viajeros.
Además, se ha intensificado el monitoreo de visas ya emitidas. La Embajada ha advertido que incluso quienes cuentan con una visa válida pueden enfrentar revisiones al llegar a puertos de entrada, como aeropuertos o cruces fronterizos. Esto significa que la aprobación de una visa no garantiza la entrada automática al país.
En paralelo, las redadas migratorias han generado protestas en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Austin. Miles de personas han salido a las calles para exigir el cese de las detenciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que han incluido operativos en comunidades migrantes y enfrentamientos con las fuerzas del orden.
El Consulado de México en Los Ángeles ha emitido recomendaciones para los mexicanos en caso de ser detenidos, instándolos a mantener la calma, no resistirse y contactar al consulado de inmediato. Se reporta que al menos 50 personas, en su mayoría mexicanas, han sido arrestadas en recientes operativos en California.
Las nuevas restricciones afectan especialmente a ciudadanos de países como Cuba, Venezuela y Haití, con limitaciones específicas en visas de no inmigrante y controles más rigurosos en la frontera. Estas medidas, justificadas bajo el argumento de “riesgos a la seguridad pública”, han generado críticas por su falta de transparencia.
En el caso de México, se han reportado cancelaciones de visas a quienes cruzan frecuentemente la frontera, especialmente en Texas. Las autoridades estadounidenses argumentan que estos movimientos sugieren actividades laborales no permitidas, como la venta de plasma o el trabajo en bodegas de ropa usada.
Organizaciones de defensa de migrantes han denunciado que las redadas no solo se dirigen a personas con antecedentes penales, sino también a migrantes sin historial delictivo, lo que ha incrementado el temor en las comunidades. En respuesta, activistas planean más protestas bajo el lema “No Kings” en varias ciudades estadounidenses.
El gobierno de Trump ha defendido las redadas, asegurando que son necesarias para cumplir con las leyes migratorias. Sin embargo, líderes locales en ciudades como Nueva York y Chicago han criticado estas acciones, calificándolas de inconstitucionales y exigiendo un enfoque más humano.
Estas medidas reflejan un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos, con un impacto directo en los mexicanos que buscan viajar o permanecer en el país. La Embajada recomienda a los solicitantes ser transparentes en sus intenciones de viaje y mantener un historial legal impecable para evitar complicaciones.