En un nuevo capítulo de irregularidades financieras, el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles en Ciudad de México ordenó el arraigo domiciliario de Fernando García Sada, director de la intermediaria financiera Préstamo Feliz, con sede en San Pedro Garza García, Nuevo León. La medida, dictada el 15 de mayo, responde a una demanda presentada por acreedores que señalan posibles manejos turbios en la empresa.
Préstamo Feliz, una sociedad financiera fundada en 2016 por Eduardo García Alanís, padre de García Sada, se dedica a otorgar créditos domiciliados que se cobran directamente de las nóminas de empleados de diversas empresas. Sin embargo, la empresa ahora está bajo la lupa por presuntas operaciones cuestionables que han llevado a esta acción legal.
La demanda, encabezada por los fondos internacionales CRC Capital Release Fund III y CRC Single Investor Fund VI, busca esclarecer el estado financiero de la compañía. Según información del Consejo de la Judicatura Federal, el proceso se formalizó bajo el expediente 6701/2025, admitido a trámite el pasado 15 de mayo.
Fuentes cercanas al caso han señalado que Préstamo Feliz podría haber otorgado créditos a empresas relacionadas con sus propios accionistas, una práctica que ha levantado sospechas sobre la transparencia de sus operaciones. Esta situación ha generado preocupación entre los inversionistas, quienes exigen claridad sobre el destino de los recursos.
El arraigo domiciliario impuesto a García Sada implica que no podrá salir de su hogar mientras se desarrolla el proceso judicial. Esta medida cautelar busca garantizar que el directivo no evada la justicia mientras se investigan las finanzas de la empresa.
La controversia en torno a Préstamo Feliz pone en evidencia los riesgos de las intermediarias financieras que operan con fondos de inversionistas. La falta de regulación estricta en este sector ha permitido, en algunos casos, manejos poco transparentes que afectan a los acreedores y empleados vinculados a estas operaciones.
El caso ha generado debate en Nuevo León, donde la empresa tiene su sede. Residentes y analistas locales han señalado la necesidad de una mayor supervisión de las sociedades financieras para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
A medida que el proceso avanza, se espera que el Juzgado revele más detalles sobre las irregularidades detectadas. Por ahora, el arraigo de García Sada marca un punto crítico en la investigación, que podría tener consecuencias significativas para el futuro de Préstamo Feliz.
El desenlace de este caso será clave para determinar si los acreedores podrán recuperar sus inversiones y si se aplicarán sanciones por las presuntas irregularidades. La atención está puesta en el sistema judicial y en la capacidad de las autoridades para esclarecer los hechos.
Mientras tanto, el caso de Préstamo Feliz se suma a una lista de controversias financieras que han sacudido al sector en los últimos años, recordando la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en las operaciones crediticias.