La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, protagonizó un momento incómodo durante la ceremonia para presentar el reloj en cuenta regresiva para el Mundial de Futbol 2026. El evento, que buscaba generar expectativa por la justa deportiva, terminó en un fiasco que no pasó desapercibido para los usuarios en redes sociales.
El acto tuvo lugar en la capital mexicana, con la presencia de autoridades de la FIFA y funcionarios locales. Sin embargo, lo que debía ser un momento de orgullo se convirtió en motivo de burla cuando Brugada y su equipo no lograron retirar a tiempo la tela que cubría el reloj, generando un retraso que evidenció una falta de coordinación.
Videos del incidente se viralizaron rápidamente, mostrando cómo los asistentes gritaban “¡Sí se puede!” en un intento por animar a los organizadores, mientras la tela seguía sin ceder. La escena, que muchos calificaron de “ridícula”, desató una ola de memes y comentarios que cuestionaban la capacidad del gobierno capitalino para manejar un evento de esta magnitud.
Las críticas en plataformas como X no se hicieron esperar. Usuarios señalaron que, si la administración de Brugada no puede organizar algo tan simple como la develación de un reloj, genera dudas sobre su preparación para un evento internacional como el Mundial. Algunos incluso ironizaron sobre la “organización de clase mundial” prometida por el gobierno.
Este tropiezo se suma a otros cuestionamientos que ha enfrentado Brugada desde que asumió la Jefatura de Gobierno. La falta de planeación en eventos públicos ha sido un tema recurrente, y este incidente refuerza la percepción de improvisación que algunos sectores le atribuyen a su gestión.
A pesar del bochorno, las autoridades intentaron minimizar el incidente, asegurando que el reloj ya está en funcionamiento y que el evento cumplió su propósito de generar expectativa para el Mundial. Sin embargo, el daño en la imagen pública ya estaba hecho, con las redes sociales como principal escenario de las críticas.
El Mundial de 2026, que México coorganizará con Estados Unidos y Canadá, es una oportunidad para mostrar al mundo la capacidad del país para albergar eventos de gran escala. Sin embargo, este episodio pone en tela de juicio la preparación de la Ciudad de México, una de las sedes principales.
El reloj, ubicado en un punto emblemático de la capital, marca ahora los días que faltan para el arranque del torneo. Pero, para muchos, el recuerdo de esta ceremonia no será el entusiasmo por el futbol, sino la torpeza de un gobierno que no logró estar a la altura de las circunstancias.
La pregunta que queda en el aire es si este incidente será solo una anécdota o un reflejo de problemas más profundos en la organización de la Ciudad de México de cara al Mundial. Por ahora, las redes sociales no dan tregua y mantienen el tema como tendencia.
Brugada no ha emitido comentarios adicionales sobre el incidente, pero la presión pública sigue creciendo. Mientras tanto, los capitalinos esperan que los preparativos para el Mundial se manejen con mayor profesionalismo para evitar que México quede en ridículo ante los ojos del mundo.