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Asteroide 2024 YR4: La Luna en la Mira de un Impacto Cósmico

Un asteroide descubierto a finales de 2024 está captando la atención de científicos en todo el mundo. Bautizado como 2024 YR4, este cuerpo celeste de entre 53 y 67 metros de diámetro podría colisionar con la Luna en 2032, según las últimas observaciones de la NASA. La probabilidad de impacto ha aumentado a un 4,3%, lo que lo convierte en un evento de interés sin precedentes.
El asteroide fue detectado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Chile. Desde entonces, ha sido objeto de un seguimiento minucioso por parte de agencias espaciales como la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA). Inicialmente, se temía que pudiera chocar contra la Tierra, pero nuevos datos han descartado casi por completo esa posibilidad.
Gracias al Telescopio Espacial James Webb, los científicos han afinado las estimaciones sobre el tamaño y la trayectoria del asteroide. Las observaciones en el espectro infrarrojo revelaron que 2024 YR4 es más grande de lo que se pensaba, con un diámetro comparable a un edificio de diez pisos. Este hallazgo ha permitido recalcular las probabilidades de impacto, que ahora señalan a la Luna como el objetivo más probable.
Si el asteroide impactara la Luna, el evento sería visible desde la Tierra y generaría un cráter de hasta dos kilómetros de diámetro. Según expertos, la colisión liberaría una energía equivalente a 340 bombas de Hiroshima. Aunque no representaría un peligro directo para nuestro planeta, podría expulsar fragmentos lunares al espacio, la mayoría de los cuales se desintegrarían al entrar en la atmósfera terrestre.
Julia de León, astrónoma del Instituto de Astrofísica de Canarias, destaca que un impacto lunar sería una oportunidad única para la ciencia. Observar un evento de esta magnitud permitiría estudiar la formación de cráteres y las consecuencias a corto plazo en la superficie lunar. Sería, en sus palabras, un espectáculo astronómico sin precedentes.
La comunidad científica está entusiasmada con la posibilidad de presenciar este fenómeno. Astrónomos como Alan Fitzsimmons, de la Queen’s University Belfast, aseguran que el impacto podría observarse incluso con binoculares desde la Tierra. Sin embargo, advierten que aún hay un 95,7% de probabilidad de que el asteroide no colisione con la Luna.
El monitoreo del 2024 YR4 continuará hasta mayo de 2025, cuando se volverá demasiado tenue para ser observado desde la Tierra. Las agencias espaciales planean retomar las observaciones en 2028, cuando el asteroide se acerque nuevamente a nuestro planeta. Estos datos serán clave para confirmar o descartar el impacto en 2032.
La posibilidad de un impacto lunar ha reavivado el interés en los programas de defensa planetaria. Iniciativas como la misión DART de la NASA, que en 2022 logró desviar un asteroide, demuestran que la humanidad está desarrollando herramientas para enfrentar amenazas cósmicas. Este caso resalta la importancia de la vigilancia constante del espacio.
Aunque la probabilidad de colisión sigue siendo baja, el asteroide 2024 YR4 ha puesto a la Luna en el centro de la atención científica. Los próximos años serán cruciales para entender mejor su trayectoria y prepararnos para un posible espectáculo celeste que podría marcar un hito en la exploración espacial.

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