Un nuevo acto de violencia sacude Ciudad Juárez. Óscar Gael Cano Rodríguez, un abogado penalista, fue brutalmente asesinado el pasado 8 de junio a pocos metros de la Fiscalía de Distrito Zona Norte. El crimen ocurrió en el estacionamiento de las oficinas de gobierno, un lugar donde se supone debería haber seguridad.
Cano Rodríguez había acudido a la Fiscalía para registrarse como defensor en un caso de alto perfil. Representaba a dos presuntos feminicidas vinculados a la banda criminal “Los Aztecas”. Este caso, que involucra un intento de homicidio contra agentes del grupo SWAT de la Policía Estatal, parece estar en el centro de las investigaciones sobre su muerte.
El ataque fue directo y sin piedad. Testigos relataron que un joven sicario sorprendió al abogado cuando llegaba al estacionamiento. Óscar bajó de su camioneta y cayó tras recibir varios disparos. Una mujer que lo acompañaba resultó ilesa, pero el impacto de la escena dejó a todos en shock.
La comunidad de abogados en Juárez está consternada. Más de 30 litigantes se reunieron para protestar frente a la Fiscalía, exigiendo justicia y respuestas. La Asociación de Abogados Penalistas de Ciudad Juárez, liderada por José Antonio Navarro y José Miramontes Caro, señaló que este no es el primer caso de un abogado asesinado en la región.
El fiscal Carlos Manuel Salas atendió a los manifestantes, pero las promesas de investigación no calman el temor. Los abogados denuncian que varios crímenes contra profesionales del derecho han quedado impunes durante la actual administración estatal. La inseguridad parece no dar tregua.
Por motivos de seguridad, los servicios funerarios de Óscar Gael Cano se realizarán en privado. Sus colegas han solicitado discreción a los medios, un reflejo del miedo que permea en el gremio. La familia y amigos del abogado buscan protegerse mientras lloran su pérdida.
La investigación apunta a que el asesinato podría estar relacionado con la labor profesional de Cano. Su defensa de casos vinculados al crimen organizado lo puso en la mira. Sin embargo, las autoridades no han revelado avances concretos, lo que aumenta la frustración de la comunidad.
Este crimen eleva la cifra de asesinatos en Ciudad Juárez a 32 en lo que va de junio. La violencia en la ciudad no da respiro, y la falta de acción efectiva del gobierno local y estatal es cada vez más evidente. La ciudadanía exige respuestas ante esta ola de inseguridad.
El caso de Óscar Gael Cano no es aislado. Los abogados penalistas de Juárez viven bajo constante amenaza, y la impunidad agrava la situación. La pregunta que todos se hacen es: ¿hasta cuándo seguirá esta espiral de violencia sin control?
La muerte de Cano Rodríguez es un recordatorio sombrío de los riesgos que enfrentan quienes trabajan en el sistema de justicia en México. Mientras no haya medidas efectivas para frenar la delincuencia, la tragedia seguirá tocando a más familias.