Una demanda colectiva en Australia ha puesto a Tesla en el centro de la controversia. Más de 10 mil conductores se han unido para señalar problemas graves en el sistema de frenado automático de los vehículos de la compañía. Los demandantes aseguran que esta tecnología, promocionada como un avance revolucionario, presenta fallos que generan situaciones de riesgo en las carreteras.
El problema principal, conocido como “frenado fantasma”, ocurre cuando los autos Tesla reducen su velocidad de manera repentina y sin razón aparente. Conductores han reportado experiencias aterradoras, describiendo cómo sus vehículos frenan bruscamente en autopistas o en condiciones de conducción normales, poniendo en peligro su seguridad y la de otros.
La acción legal, presentada en un tribunal federal australiano, no solo se centra en el frenado automático. También incluye quejas sobre el alcance real de la batería y el sistema de conducción autónoma total (FSD). Los propietarios afirman que las promesas de Tesla sobre estas tecnologías no se han cumplido, generando expectativas engañosas.
En Australia, el caso ha ganado fuerza tras reportes de accidentes relacionados con estas fallas. Algunos conductores han compartido historias de momentos de pánico, donde el vehículo actuó de forma impredecible. La magnitud de la demanda, con miles de personas involucradas, refleja el descontento generalizado entre los propietarios de Tesla en el país.
La compañía de Elon Musk ha respondido que está investigando las acusaciones. Tesla sostiene que trabaja en actualizaciones de software para corregir problemas y mejorar la experiencia de conducción. Sin embargo, los demandantes argumentan que estas soluciones no han sido suficientes y exigen compensaciones por los riesgos enfrentados.
Este no es el primer problema de Tesla con sus sistemas avanzados. En otros países, como Estados Unidos, la empresa ha enfrentado investigaciones por incidentes similares. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de EE.UU. ha revisado casos de “frenado fantasma” y accidentes relacionados con el piloto automático, lo que pone más presión sobre la compañía.
La demanda también cuestiona la fiabilidad de la tecnología de conducción autónoma de Tesla. Aunque Elon Musk ha prometido avances significativos en este campo, los críticos señalan que los sistemas actuales requieren supervisión constante del conductor, lo que contradice las expectativas de autonomía total.
En Australia, el caso volverá a los tribunales en los próximos meses. Los demandantes buscan no solo compensaciones económicas, sino también cambios en las prácticas de Tesla para garantizar la seguridad de los usuarios. Este litigio podría sentar un precedente para otras acciones legales contra la empresa en diferentes partes del mundo.
Para los conductores australianos, esta situación ha generado dudas sobre la confianza en los vehículos eléctricos de Tesla. Muchos esperaban que la marca liderara el camino hacia un futuro tecnológico, pero los problemas reportados han sembrado incertidumbre.
El impacto de esta demanda podría extenderse más allá de Australia, afectando la reputación de Tesla en el mercado global. Mientras la empresa enfrenta estos desafíos, la industria automotriz observa de cerca cómo resolverá estas acusaciones y si podrá mantener su posición como pionera en la innovación tecnológica.

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Tesla enfrenta una demanda colectiva de 10 mil conductores en Australia por fallas en el frenado automático
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