En el municipio de Guadalupe, Nuevo León, la situación de las calles es cada día más crítica. Los baches y socavones se han multiplicado, afectando a automovilistas y peatones por igual. La problemática, que se agrava tras las lluvias, ha desbordado la capacidad del chatbot Lupita, diseñado para recibir reportes ciudadanos sobre el mal estado de las vialidades.
Lupita, implementado por el gobierno municipal, fue presentado como una solución innovadora para monitorear y atender los reportes de baches. Este sistema, conectado al C4 inteligente con mil cámaras, permite a los ciudadanos reportar daños en las calles. Sin embargo, la cantidad de quejas ha superado las expectativas, dejando en evidencia la magnitud del problema en la infraestructura vial.
Avenidas como Valle de Guadalajara y Pablo de la Garza son algunas de las más afectadas. Los automovilistas enfrentan verdaderos retos para esquivar los cráteres que, tras las lluvias, se llenan de agua y se vuelven prácticamente invisibles. Esta situación no solo pone en riesgo los vehículos, sino que también genera accidentes y molestias constantes.
El gobierno de Guadalupe, encabezado por el alcalde Héctor García, ha intentado responder con programas de bacheo. Sin embargo, los esfuerzos parecen insuficientes ante el deterioro generalizado de las calles. Los recursos destinados a la reparación de vialidades, provenientes en parte del impuesto predial, no han logrado frenar el avance de los socavones que afectan a la ciudad.
Minerva Vargas, analista del Centro de Integración Ciudadana, señaló que Guadalupe es el segundo municipio con más reportes de baches en la zona metropolitana de Monterrey. Solo Monterrey supera al municipio en esta problemática, que también afecta a San Nicolás, Apodaca y Santa Catarina. La situación, según Vargas, requiere un análisis profundo de la estructura vial.
Las lluvias recientes han agravado el panorama, tapando alcantarillas y generando encharcamientos que ocultan los baches. Esto ha provocado incidentes donde peatones han caído en estos “cráteres” invisibles, aumentando el descontento ciudadano. La falta de mantenimiento preventivo es una de las principales críticas hacia las autoridades locales.
El chatbot Lupita, que además supervisa las calles con tres unidades móviles, no ha podido seguirle el paso a la avalancha de reportes. Aunque el sistema fue diseñado para agilizar la atención a los problemas viales, la cantidad de denuncias ciudadanas refleja la urgencia de una solución integral para las calles de Guadalupe.
El municipio ha prometido intensificar los trabajos de reparación, pero los ciudadanos exigen resultados concretos. La situación de las vialidades no solo afecta la movilidad, sino también la seguridad y la calidad de vida de los habitantes. La presión está sobre el gobierno local para actuar con rapidez y eficacia.
Mientras tanto, los automovilistas y peatones de Guadalupe siguen enfrentando un verdadero campo de batalla en las calles. La pregunta que todos se hacen es cuánto tiempo más tendrán que esperar para ver una mejora real en las vialidades del municipio.