El crecimiento económico de los países del G20 mostró una desaceleración en el primer trimestre de 2025, alcanzando apenas un 0.8% en comparación con el 0.9% registrado en el último trimestre de 2024. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), este freno refleja un panorama económico global más complejo, con resultados dispares entre las principales economías del mundo.
India lideró el crecimiento del G20 con un impresionante 1.9%, impulsada por su dinamismo en sectores como la tecnología y el consumo interno. Le siguieron Turquía con un 1.7%, China con un 1.6% y Argentina con un 1.4%, mostrando avances significativos tras años de dificultades económicas. Estas cifras contrastan con el desempeño más débil de otras economías desarrolladas.
En el caso de Estados Unidos, el crecimiento fue de un modesto 0.7%, mientras que la Unión Europea apenas alcanzó un 0.4%. Países como Francia, Italia y el Reino Unido enfrentaron tasas de crecimiento aún más bajas, lo que evidencia los retos que enfrentan las economías avanzadas en un contexto de incertidumbre global.
México, por su parte, mostró un crecimiento trimestral de solo 0.2%, un resultado que, aunque evitó una recesión técnica, refleja la fragilidad de su economía. La dependencia de las exportaciones a Estados Unidos y las tensiones comerciales, como los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, han limitado el dinamismo económico del país.
El sector primario en México fue clave para este ligero crecimiento, con una recuperación notable que compensó el debilitamiento de la actividad industrial. Sin embargo, los analistas advierten que las perspectivas para el resto de 2025 son inciertas, especialmente por el impacto de las políticas comerciales internacionales.
La OCDE destacó que el crecimiento global enfrenta riesgos como la inflación persistente, las tensiones geopolíticas y las interrupciones en las cadenas de suministro. Estas condiciones afectan especialmente a las economías emergentes, que dependen en gran medida del comercio internacional.
En América Latina, el panorama es mixto. Mientras Argentina mostró un crecimiento sólido, otras economías como Brasil proyectan una desaceleración, con un crecimiento esperado de 2.3% para 2025, según el Fondo Monetario Internacional. La región sigue lidiando con desafíos estructurales que limitan un mayor avance.
El informe de la OCDE subraya la importancia de políticas económicas coordinadas para mitigar los riesgos y fomentar un crecimiento más robusto. Sin embargo, las crecientes barreras comerciales y la incertidumbre política en varias regiones complican este objetivo.
Para México, las proyecciones de crecimiento para 2025 se han ajustado a la baja, con estimaciones que van del 0.08% al 1.2%. Organismos como el Banco de México y la CEPAL coinciden en que el entorno externo, especialmente la relación comercial con Estados Unidos, será determinante para el desempeño económico del país.
A pesar de estos retos, algunos expertos ven oportunidades en el fortalecimiento del consumo interno y la inversión en sectores estratégicos. Sin embargo, la incertidumbre global y las políticas proteccionistas representan obstáculos significativos para un crecimiento sostenido en el G20 y más allá.