Un conductor de transporte público de la ruta T11 en Guadalajara, Jalisco, ha sido dado de alta tras permanecer hospitalizado por una violenta agresión sufrida el pasado 15 de mayo. Daniel Hernández Ibarra, de 45 años, fue atacado por un pasajero que lo golpeó en la cabeza con un termo metálico, dejándolo en coma durante varias semanas. El caso, que conmocionó a la ciudad, generó indignación por la falta de intervención de otros pasajeros y la brutalidad del ataque.
El incidente ocurrió en el cruce de la Calzada Lázaro Cárdenas y la Avenida Mandarina, cuando el camión que conducía Hernández presentó una falla mecánica. El conductor, siguiendo el protocolo, detuvo la unidad y contactó a la aseguradora para resolver el percance. Esto provocó la molestia de un pasajero, identificado como Juan Molina, quien, tras una discusión verbal, escaló la situación a un acto de violencia extrema.
En las imágenes captadas por la cámara de seguridad del camión, se observa cómo el agresor, vestido con un uniforme de la empresa de seguridad privada Caherengo, insulta y golpea al conductor. Primero le propina una patada en la mano y un puñetazo en el rostro, para luego sacar un termo metálico de su mochila y asestarle un golpe en la cabeza. Hernández quedó inconsciente de inmediato, desplomado en su asiento.
Ninguno de los pasajeros presentes intervino para auxiliar al conductor ni llamó a los servicios de emergencia. El agresor, por su parte, abandonó la unidad y huyó del lugar. Este hecho desató una ola de críticas en redes sociales, donde usuarios cuestionaron la indiferencia de los testigos y exigieron justicia para el conductor.
Tras el ataque, Hernández fue trasladado al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, donde los médicos reportaron un traumatismo craneoencefálico severo y un derrame cerebral. Durante semanas, el conductor permaneció en coma inducido, luchando por su vida. Su familia y compañeros de trabajo compartieron actualizaciones sobre su estado, solicitando apoyo para identificar al responsable.
A principios de junio, los médicos informaron que Hernández mostraba signos de mejoría, con respuestas motoras y la posibilidad de retirar parcialmente la asistencia respiratoria. Finalmente, tras casi un mes de hospitalización, el conductor fue dado de alta, aunque su recuperación total aún requerirá tiempo y cuidados especializados.
La Fiscalía de Jalisco abrió una carpeta de investigación por el delito de lesiones graves. Las autoridades identificaron al presunto agresor, Juan Molina, gracias al video del ataque y al uniforme que portaba. A pesar de un cateo realizado en una vivienda en la colonia Insurgentes, el sospechoso no ha sido detenido y permanece prófugo.
La empresa Caherengo Seguridad Privada emitió un comunicado reprobando los hechos y asegurando que colabora con las autoridades para esclarecer el caso. Sin embargo, no han confirmado si el agresor es un empleado activo de la compañía. El caso ha reavivado el debate sobre la seguridad de los operadores de transporte público en Guadalajara.
Organizaciones de transportistas han exigido mayores medidas de protección para los conductores, quienes enfrentan diariamente situaciones de riesgo. Usuarios en redes sociales también han expresado su preocupación por la falta de protocolos para prevenir y atender este tipo de incidentes en el transporte público.
La recuperación de Daniel Hernández representa una luz de esperanza tras un hecho que sacudió a la comunidad. Sin embargo, la búsqueda de justicia continúa, mientras las autoridades trabajan para localizar al responsable de este acto de violencia que pudo haber tenido un desenlace aún más trágico.