La economía mexicana enfrenta un panorama sombrío para la segunda mitad de 2025, según Banco Santander México. Felipe García Ascencio, director general de la institución, advirtió que la actividad económica está mostrando una desaceleración más pronunciada, especialmente en el consumo y la inversión, lo que podría llevar al país a un crecimiento prácticamente nulo este año.
El pronóstico de Santander es alarmante: el Producto Interno Bruto (PIB) podría estancarse en un rango de 0.0% a 0.5%. Esta estimación se alinea con otras proyecciones pesimistas, como la de BBVA, que incluso prevé una caída del -0.4%, y la del Banco Mundial, que ajustó su expectativa a un magro 0.2%. La incertidumbre económica está golpeando con fuerza.
García Ascencio señaló que la desaceleración se acentuará en el segundo semestre debido a decisiones de inversión postergadas. La incertidumbre generada por factores externos, como las políticas comerciales de Estados Unidos, ha frenado proyectos clave. Esto afecta directamente la confianza de los inversionistas en el país.
A pesar del panorama, el directivo destacó algunos puntos positivos. El mercado laboral mexicano sigue mostrando resistencia, con niveles de empleo relativamente altos. Además, la inflación se mantiene bajo control, lo que evita un deterioro aún mayor en el poder adquisitivo de las familias.
Otro aspecto que Santander subraya es el flujo de crédito. Aunque la colocación de préstamos crecerá a un ritmo menor que en 2024, se espera que se mantenga entre un 6% y 8%. Esto refleja que, a pesar de la desaceleración, aún hay demanda de financiamiento en sectores productivos.
El banco también expresó confianza en la solidez del sistema financiero mexicano. Los bancos, según García Ascencio, están bien capitalizados y preparados para enfrentar el entorno económico adverso. Esto podría ser un amortiguador frente a los retos que se avecinan.
Sin embargo, las amenazas externas no pueden ignorarse. La posibilidad de aranceles impuestos por Estados Unidos, como los anunciados por el gobierno de Donald Trump, podría agravar la situación. Estos aranceles, de hasta un 25% a productos mexicanos, generarían un impacto directo en las exportaciones y la inversión.
A nivel global, México podría beneficiarse de un reacomodo político y económico, según Santander. El país sigue siendo atractivo para la relocalización de empresas, conocida como nearshoring, gracias a su posición geográfica y costos competitivos. Sin embargo, aprovechar esta oportunidad dependerá de superar los obstáculos internos.
El panorama económico para 2025 es desafiante, pero no todo está perdido. La fortaleza del mercado interno y la estabilidad financiera son bases sólidas. No obstante, la falta de certidumbre y las presiones externas podrían definir el rumbo del país en los próximos meses.
Santander México, a pesar de las advertencias, mantiene su compromiso con el país. Su plan de inversión de 1,500 millones de dólares, iniciado en 2023, continuará hasta finales de 2025, apostando por el potencial de largo plazo de la economía mexicana.