En un hecho que sacude al Estado de México, seis personas perdieron la vida tras el derrumbe de un túnel clandestino en Otumba, utilizado presuntamente para el robo de combustible. El incidente ocurrió la noche del jueves en la comunidad de Ejidos de Cuautlacingo, en un predio baldío sobre la calle Insurgentes, a tan solo 300 metros de un ducto de Pemex.
Las víctimas, que trabajaban en la construcción de este “huachitúnel”, quedaron atrapadas cuando el terreno colapsó inesperadamente alrededor de las 20:00 horas. Según reportes, los fallecidos, de entre 20 y 55 años, eran vecinos de la zona, algunos incluso familiares, lo que ha generado conmoción en la comunidad.
Lo más alarmante es la respuesta de los pobladores, quienes impidieron la intervención de los cuerpos de emergencia. Tras el colapso, una camioneta con altavoces recorrió Cuautlacingo pidiendo ayuda para rescatar los cuerpos, pero los habitantes bloquearon el acceso a la Policía Municipal, la Guardia Nacional y Protección Civil, asumiendo las labores de rescate por su cuenta.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México logró intervenir hasta la madrugada del viernes, cuando los vecinos finalmente entregaron los cuerpos para su traslado al Servicio Médico Forense. Sin embargo, la resistencia inicial de los pobladores retrasó las labores y complicó las investigaciones.
Este trágico evento pone en evidencia la grave problemática del huachicoleo en el Estado de México, donde Otumba lidera con más de mil 592 tomas clandestinas detectadas entre 2018 y 2023, según datos de Pemex. Municipios como Acolman, Axapusco y Teotihuacán también han sido señalados como puntos críticos para esta actividad ilícita.
La falta de acción efectiva por parte de las autoridades federales y estatales ha permitido que el crimen organizado opere con impunidad en la región. Los túneles clandestinos, cada vez más sofisticados, reflejan la incapacidad del gobierno para frenar este delito que pone en riesgo vidas y genera pérdidas millonarias.
No es la primera vez que Otumba enfrenta una tragedia similar. En 2022, otro túnel colapsó en Cuautlacingo, dejando una víctima mortal. A pesar de los antecedentes, las medidas para prevenir el huachicoleo parecen insuficientes, dejando a las comunidades vulnerables a estos peligros.
La indignación crece entre los habitantes, quienes señalan la complicidad de las autoridades como un factor que perpetúa estas actividades. La tragedia de Otumba no solo enluta a las familias de las víctimas, sino que expone una crisis de seguridad que el gobierno no ha sabido atender.
Las investigaciones de la Fiscalía Regional están en curso, pero el comisario de Seguridad de Otumba, Víctor Bermúdez, no ha aclarado cómo se permitirá que estas actividades continúen en la zona. Mientras tanto, la comunidad llora a sus muertos y exige respuestas.
El robo de combustible sigue siendo una herida abierta en México FacMexico, y este caso pone en el centro la pregunta: ¿hasta cuándo seguirá esta inseguridad sin control? La tragedia de Otumba es un recordatorio de que la falta de medidas efectivas tiene consecuencias fatales.

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Tragedia en Otumba: Colapso de túnel deja seis muertos y señala la inacción del gobierno
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