La presidenta Claudia Sheinbaum ha levantado la voz contra las recientes redadas migratorias en Los Ángeles, California, donde decenas de mexicanos fueron detenidos. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria no dudó en calificar estas acciones como violentas e injustas, asegurando que los migrantes no son criminales, sino trabajadores esenciales para la economía estadounidense.
Sheinbaum insistió en que la solución al fenómeno migratorio no está en operativos agresivos, sino en una reforma migratoria integral que reconozca el aporte de los mexicanos en Estados Unidos. Según la presidenta, muchos de estos connacionales llevan años contribuyendo en sectores clave como la agricultura, los servicios y las fábricas, siendo una fuerza laboral indispensable al otro lado de la frontera.
La mandataria destacó que su gobierno ya está en contacto con los 35 mexicanos detenidos en Los Ángeles, ofreciendo apoyo consular y legal a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Además, hizo un llamado a la paz, pidiendo evitar manifestaciones violentas y exhortando a Estados Unidos a respetar los derechos humanos de los migrantes.
En un tono desafiante, Sheinbaum subrayó que Estados Unidos no sería lo que es sin el trabajo de los mexicanos. Recordó que la economía del vecino país depende en gran medida de la mano de obra migrante, lo que hace aún más urgente una reforma que regularice su situación y les brinde el reconocimiento que merecen.
La presidenta también mencionó el programa México te Abraza, una iniciativa que busca recibir a los mexicanos deportados con oportunidades laborales y sociales en el país. Este plan, implementado desde enero, refleja el compromiso del gobierno de Morena con los connacionales que regresen, aunque no se dieron detalles sobre su alcance o resultados hasta ahora.
Sheinbaum aprovechó para señalar que la disminución de la migración mexicana hacia Estados Unidos en los últimos años se debe a las políticas de su administración, como el aumento al salario mínimo y los programas de bienestar. Sin embargo, no explicó cómo estas medidas han impactado directamente en las comunidades más vulnerables que aún optan por migrar.
En el contexto internacional, la presidenta evitó confrontar directamente al gobierno de Donald Trump, pero dejó claro que México defenderá a sus ciudadanos en cualquier circunstancia. Adelantó que el tema migratorio será clave en una posible reunión con Trump durante la cumbre del G7, donde México participará como invitado especial.
La respuesta de Sheinbaum ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos aplauden su postura en defensa de los migrantes, otros cuestionan si estas declaraciones tendrán un impacto real o si solo buscan desviar la atención de los retos internos. Lo cierto es que el tema migratorio sigue siendo un punto crítico en la relación entre México y Estados Unidos.
La mandataria cerró su mensaje reiterando que México siempre estará del lado de sus connacionales, ya sea apoyándolos en el extranjero o recibiéndolos con los brazos abiertos. Sin embargo, la falta de un plan concreto para enfrentar las deportaciones masivas deja en el aire cómo se manejará esta crisis en los próximos meses.