La demanda presentada ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) busca que se cumpla el acuerdo establecido en 2019, cuando se suspendió el ascenso y descenso por seis temporadas debido a la pandemia de Covid-19. Los clubes argumentan que, al concluir este periodo, la FMF no ha mostrado compromiso para restablecer el sistema, lo que mantiene al fútbol mexicano estancado y sin oportunidades reales de competencia.
Alberto Castellanos, presidente de Leones Negros, fue contundente al señalar que la ausencia de ascenso y descenso ha sumido al fútbol mexicano en la mediocridad. Según los clubes, esta situación beneficia solo a unos pocos, mientras los equipos de la Liga de Expansión enfrentan barreras como el proceso de certificación, al que califican de una farsa diseñada para evitar que los clubes asciendan a la Liga MX.
Inicialmente, diez equipos formaban parte de la demanda, pero Atlante, Jaiba Brava Tampico Madero y Alebrijes de Oaxaca desistieron de continuar con el proceso. Los seis clubes restantes aseguran que no cederán a las presiones de la FMF, a pesar de que la federación retiró un subsidio anual de 20 millones de pesos a los equipos demandantes, una acción que algunos consideran una represalia.
El abogado Eduardo Carlezzo, representante de los clubes, explicó que el proceso ante el TAS avanza con normalidad. Se espera que la FMF presente su respuesta a finales de junio, y una audiencia podría realizarse en septiembre, con un fallo final previsto para finales de 2025, a pocos meses del Mundial 2026, que México coorganizará.
Los clubes también denunciaron irregularidades en el manejo del fútbol mexicano, como la multipropiedad de equipos y la concentración de poder en una sola figura, en referencia a Mikel Arriola, quien ocupa múltiples cargos directivos en la FMF y la Liga MX. Esta situación, aseguran, limita la capacidad de los equipos de Expansión para influir en las decisiones que afectan su futuro.
La falta de ascenso y descenso, según los demandantes, no solo frena el desarrollo de los clubes, sino que también afecta a los aficionados y al talento joven. Sin la posibilidad de competir por un lugar en la máxima categoría, los equipos de la Liga de Expansión se ven limitados a un papel secundario, mientras que los clubes de la Liga MX no enfrentan el riesgo de descender, lo que reduce la competitividad.
Los representantes de los clubes destacaron que su lucha no es solo por sus intereses, sino por el bien del fútbol mexicano en su conjunto. Argumentan que un sistema de ascenso y descenso fomenta la competencia y eleva el nivel deportivo, beneficiando tanto a los jugadores como a los millones de aficionados que buscan un fútbol más dinámico y justo.
El proceso de certificación exigido por la FMF, que requiere que los clubes cumplan con ciertos requisitos para ascender, fue duramente criticado. Los equipos aseguran que estos criterios son aplicados de manera desigual, ya que algunos clubes de la Liga MX no cumplen con estándares similares, lo que pone en duda la transparencia del proceso.
Con el fallo del TAS aún pendiente, los seis clubes de la Liga de Expansión se mantienen unidos en su objetivo de devolver al fútbol mexicano un sistema que premie el mérito deportivo. Su determinación, aseguran, no decaerá, a pesar de los obstáculos financieros y las presiones de los organismos rectores del balompié nacional.

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Seis clubes de la Liga de Expansión MX se mantienen firmes en su lucha por el regreso del ascenso y descenso al fútbol mexicano. En una conferencia de prensa en la Ciudad de México, los representantes de Atlético Morelia, Cancún FC, Venados de Yucatán, Leones Negros, Atlético La Paz y Mineros de Zacatecas alzaron la voz contra la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y la Liga MX, acusándolas de bloquear el retorno de un sistema competitivo que consideran esencial para el desarrollo del balompié nacional.
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