La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha ofrecido una disculpa formal al gobierno de Guatemala por un incidente que ha tensado las relaciones entre ambos países. El pasado 8 de junio, elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, de Chiapas, cruzaron sin autorización la frontera hacia La Mesilla, en Huehuetenango, durante un enfrentamiento armado con presuntos criminales.
El operativo comenzó en Las Champas, en el municipio de Frontera Comalapa, Chiapas, tras el asesinato de cinco policías estatales días antes. La persecución de supuestos narcotraficantes escaló hasta territorio guatemalteco, donde los agentes mexicanos abatieron a cuatro personas identificadas como presuntos miembros del Cártel Chiapas-Guatemala, ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación.
El gobierno de Guatemala reaccionó con una nota diplomática de protesta, calificando la incursión como una violación a su soberanía. Según las autoridades guatemaltecas, la acción de los policías mexicanos puso en riesgo la vida de civiles en una zona comercial y urbana, además de dañar las relaciones de buena vecindad entre ambos países.
La Secretaría de Relaciones Exteriores, encabezada por Juan Ramón de la Fuente, envió una nota diplomática para expresar sus disculpas por los hechos. En el documento, México lamentó lo ocurrido y reiteró su compromiso con el respeto al derecho internacional y la soberanía territorial de Guatemala.
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema en su conferencia matutina, reprobando la actuación de los elementos de la Fuerza Pakal. Aseguró que se investigarán los hechos y se sancionará a los responsables, destacando que no se debe violar la soberanía de otro país bajo ninguna circunstancia.
El incidente ha generado críticas hacia el gobierno mexicano por la falta de coordinación en operativos fronterizos. Guatemala exigió reforzar los mecanismos de seguridad bilaterales, mientras que el gobierno de Chiapas, liderado por Eduardo Ramírez, señaló una supuesta colusión de policías guatemaltecos con grupos criminales, lo que ha avivado la tensión.
La Secretaría de Relaciones Exteriores subrayó la necesidad de fortalecer la cooperación con Guatemala para incrementar la seguridad en la frontera. Sin embargo, el cruce no autorizado de policías mexicanos ha levantado cuestionamientos sobre los controles en operativos contra el crimen organizado.
El enfrentamiento dejó cuatro camionetas decomisadas, tres de ellas blindadas, un lanzagranadas y tres armas largas. Las autoridades mexicanas confirmaron que no hubo bajas ni heridos entre los agentes de la Fuerza Pakal, pero el incidente ha dejado un saldo diplomático complicado.
Guatemala, por su parte, anunció que reforzará sus acciones en la frontera con operativos en tierra y aire. Además, el Ministerio Público guatemalteco inició una investigación para esclarecer los hechos, mientras que 12 agentes de la Policía Nacional Civil asignados a La Mesilla están bajo investigación interna.
Este episodio pone de manifiesto los desafíos de seguridad en la frontera entre México y Guatemala, una zona donde operan grupos criminales que aprovechan la porosidad del límite internacional. La disculpa de México busca calmar las tensiones, pero el incidente deja preguntas sobre la efectividad de las estrategias de seguridad en la región.