El alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, ha destapado un problema que heredó de la administración anterior: un rezago de 500 expedientes en la Secretaría de Desarrollo Urbano. Según el panista, este atraso refleja la desorganización que dejó el exalcalde Miguel Treviño, complicando los procesos de planeación urbana en el municipio.
Fernández señaló que los expedientes, muchos relacionados con permisos de construcción y uso de suelo, están incompletos o mal gestionados. Esto ha generado incertidumbre entre desarrolladores y ciudadanos que buscan claridad en los trámites urbanísticos. El edil afirmó que su equipo ya trabaja en una revisión exhaustiva para resolver este desorden.
El problema no es nuevo en San Pedro. Durante la gestión de Treviño, se reportaron múltiples quejas por la lentitud en la autorización de proyectos. Fernández criticó que la falta de transparencia y eficiencia en la Secretaría de Desarrollo Urbano afectó el desarrollo económico del municipio.
Para abordar el rezago, la actual administración ha implementado un plan de acción. Se están revisando los expedientes prioritarios, especialmente aquellos relacionados con proyectos de alto impacto económico. Fernández aseguró que su gobierno busca agilizar los procesos sin comprometer la legalidad ni el orden urbano.
Un punto que destacó el alcalde es la ausencia de antecedentes claros en muchos de los permisos otorgados previamente. Esto ha levantado sospechas sobre la forma en que se aprobaron ciertos proyectos, lo que podría derivar en auditorías más profundas a la gestión pasada.
Fernández también mencionó que se han sostenido reuniones con cámaras empresariales, como la CANADEVI, para coordinar esfuerzos y garantizar que los trámites se realicen de manera más eficiente. El objetivo es evitar que el rezago siga afectando a los desarrolladores y a la comunidad.
El edil aprovechó para reiterar su compromiso con un desarrollo urbano ordenado. En meses recientes, San Pedro ha impulsado consultas ciudadanas para frenar proyectos que aumenten la densidad sin control, una medida que ha sido bien recibida por los vecinos.
A pesar de los avances, Fernández admitió que resolver el rezago llevará tiempo. Pidió paciencia a los ciudadanos, pero aseguró que su administración no descansará hasta poner orden en la Secretaría de Desarrollo Urbano y garantizar un municipio más eficiente.
Este caso se suma a las tensiones entre Fernández y Treviño, quienes han protagonizado desencuentros desde la transición. El actual alcalde no dudó en señalar que los problemas heredados son un reflejo de la falta de compromiso de la administración anterior.
San Pedro enfrenta ahora el reto de recuperar la confianza en sus procesos administrativos. La gestión de Fernández será clave para demostrar que puede cumplir su promesa de hacer del municipio un referente en desarrollo urbano y transparencia.