Hoy, las calles de la Ciudad de México se llenaron de voces que no olvidan. Miles de personas marcharon desde la estación del Metro Normal hasta el Zócalo capitalino para conmemorar el 54 aniversario del Halconazo, la brutal represión estudiantil del 10 de junio de 1971. Organizaciones estudiantiles, sociales y el Comité 68 encabezaron la movilización, exigiendo verdad, justicia y memoria para las víctimas de aquel trágico día.
El recorrido comenzó en la Calzada México-Tacuba, avanzando por Ribera de San Cosme, avenida Hidalgo, Paseo de la Reforma y 5 de Mayo, hasta llegar a la Plaza de la Constitución. Los manifestantes, con pancartas y consignas, recordaron a los estudiantes asesinados y desaparecidos durante el Jueves de Corpus, un episodio que dejó una marca imborrable en la historia de México.
La marcha, que congregó a más de mil personas según estimaciones, se desarrolló de manera pacífica. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México acompañaron el trayecto, resguardando a los participantes y asegurando que no se registraran incidentes. La movilización fue monitoreada también por la Comisión de Derechos Humanos de la capital.
Una de las principales demandas de los manifestantes fue el castigo a los responsables materiales e intelectuales de la masacre. Los colectivos señalaron que, a más de cinco décadas, la justicia sigue siendo una deuda pendiente. También expresaron su rechazo a la militarización del país, un tema que sigue generando controversia en el contexto actual.
El Halconazo, ocurrido en 1971, fue un acto de represión contra estudiantes que marchaban en apoyo al movimiento estudiantil de 1968. Paramilitares conocidos como “Los Halcones”, respaldados por el gobierno, atacaron a los manifestantes, dejando un saldo de al menos 120 muertos. Este hecho sigue siendo un símbolo de la lucha por la justicia y la defensa de los derechos humanos.
En el Zócalo, los contingentes realizaron un mitin donde se pronunciaron discursos que recordaron la importancia de mantener viva la memoria histórica. Representantes del Comité 68 destacaron que el movimiento estudiantil de entonces transformó a México, abriendo paso a cambios políticos y sociales que aún resuenan en la actualidad.
A pesar del paso del tiempo, la marcha mostró que el espíritu de resistencia sigue vivo. Estudiantes de la UNAM, el IPN y otras instituciones se unieron a ciudadanos y colectivos, portando mantas con mensajes como “2 de octubre no se olvida” y “Vivos los queremos”. La movilización también sirvió para visibilizar otras luchas actuales, como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
El gobierno capitalino, encabezado por Morena, permitió el desarrollo de la marcha sin restricciones, aunque algunos cuestionaron la falta de avances en las investigaciones sobre el Halconazo. La Secretaría de Gobierno reportó un saldo blanco, destacando la coordinación con los organizadores para garantizar la seguridad de los asistentes.
La movilización afectó la circulación en varias vialidades principales. Insurgentes y Reforma fueron cerradas temporalmente, y el Metrobús ajustó sus rutas en las líneas 1, 3, 4 y 7. Las autoridades recomendaron a los automovilistas usar vías alternas como Eje 1 Norte y Circuito Interior para evitar congestionamientos.
El Halconazo sigue siendo un recordatorio de las luchas pendientes en México. La marcha de hoy no solo honró a las víctimas, sino que reafirmó la importancia de la memoria colectiva y la exigencia de justicia en un país que aún enfrenta desafíos en materia de derechos humanos y seguridad.