Caminar por la Juárez se ha vuelto una odisea. Los adoquines sueltos y levantados provocan tropiezos constantes, especialmente para adultos mayores y personas con movilidad reducida. Los comerciantes de la zona aseguran que la situación afecta sus negocios, ya que los visitantes evitan transitar por el área.
El problema no es nuevo. Desde hace años, los habitantes han denunciado el mal estado de los adoquines, pero las soluciones han sido temporales o inexistentes. Las lluvias agravan la situación, desplazando aún más las piezas y dejando charcos que complican el paso.
Las autoridades municipales han prometido en repetidas ocasiones rehabilitar la avenida, pero los recursos parecen no llegar. Mientras tanto, los ciudadanos se preguntan por qué una zona tan representativa de Chihuahua permanece en el abandono.
El deterioro también afecta la imagen de la ciudad. Turistas que visitan la avenida Juárez se llevan una mala impresión al encontrar una calle descuidada, lo que daña la percepción de Chihuahua como destino atractivo.
Algunos vecinos han intentado reparar los adoquines por su cuenta, pero reconocen que se necesita una intervención profesional. La falta de un plan claro por parte del municipio genera frustración entre la población.
El comercio local sufre las consecuencias. Dueños de negocios reportan una disminución en sus ventas, ya que los clientes prefieren evitar la zona por seguridad y comodidad. La avenida, que alguna vez fue un punto de encuentro, ahora luce desolada.
La situación ha llevado a los habitantes a exigir una respuesta inmediata. Piden que el municipio destine los recursos necesarios para una rehabilitación integral que devuelva a la Juárez su antiguo esplendor.
No se trata solo de estética, sino de seguridad. Los adoquines sueltos representan un riesgo constante, y los accidentes son cada vez más frecuentes. La ciudadanía espera que las autoridades actúen antes de que ocurra una tragedia.
Chihuahua merece una avenida Juárez digna de su historia y relevancia. La pregunta es si el gobierno municipal estará a la altura de las expectativas o seguirá postergando una solución que la ciudad lleva años esperando.