En un reciente informe presentado en la conferencia matutina, se destacó una supuesta disminución del 38.2% en los homicidios dolosos en el Estado de México entre septiembre de 2024 y mayo de 2025. Según las autoridades, este logro es resultado de la coordinación entre los tres órdenes de gobierno. Pero, ¿qué tan cierta es esta narrativa de éxito?
La gobernadora Delfina Gómez, de Morena, ha insistido en que la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz ha sido clave para estos resultados. Sin embargo, los datos oficiales muestran que el Estado de México sigue siendo uno de los más violentos del país, ocupando el tercer lugar nacional en homicidios dolosos, con un 6.8% del total de casos. Esto plantea dudas sobre la efectividad real de las estrategias implementadas.
El reporte presentado por Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, indica que la reducción equivale a una baja en el promedio diario de víctimas. En septiembre de 2024, se registraban 86.9 homicidios diarios a nivel nacional, mientras que en mayo de 2025 esta cifra cayó a 64.5. En el Estado de México, se asegura que las cifras reflejan un avance significativo, pero los números absolutos no mienten: la entidad sigue siendo un foco rojo.
A pesar de la narrativa optimista, la realidad en las calles mexiquenses no parece tan alentadora. Siete estados, incluido el Estado de México, concentran el 51.6% de los homicidios dolosos en el país. Guanajuato lidera la lista con un 14.7%, seguido de Baja California con un 7.1%. La posición del Estado de México en este ranking no es precisamente un motivo de celebración.
La Estrategia Operativa Oriente, implementada en municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chalco, es señalada como un pilar de esta supuesta mejora. Sin embargo, los operativos no han logrado erradicar la violencia en estas zonas, donde los índices delictivos siguen siendo alarmantes. La pregunta es inevitable: ¿se está maquillando la realidad con estadísticas?
Por otro lado, el gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha celebrado esta reducción como parte de su Estrategia Nacional de Seguridad. Pero los críticos señalan que los esfuerzos parecen insuficientes cuando se compara con el panorama nacional. La detención de más de 23 mil personas por delitos de alto impacto y el aseguramiento de 172 toneladas de droga no han sido suficientes para cambiar la percepción de inseguridad.
La ciudadanía mexiquense sigue exigiendo resultados tangibles. Aunque las autoridades presumen una baja en los homicidios, los casos de violencia persisten en regiones clave de la entidad. La coordinación entre la Secretaría de Seguridad, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de Justicia del Estado de México no parece estar dando los frutos esperados para quienes viven el día a día en las comunidades afectadas.
Mientras el gobierno de Morena en el Estado de México se atribuye este avance, la desconfianza prevalece. Los datos presentados pueden mostrar una tendencia a la baja, pero no reflejan la complejidad de la inseguridad en la entidad. ¿Será esta reducción un paso real hacia la paz o solo una cortina de humo para calmar las críticas?