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Junio bajo el agua: México enfrentará lluvias históricas, según expertos

México se prepara para un junio excepcionalmente lluvioso, el más intenso en 45 años, según proyecciones del Servicio Meteorológico Nacional. Las lluvias podrían superar los registros históricos, marcando un cambio significativo en los patrones climáticos del país.
La temporada de lluvias, que oficialmente inicia en mayo, alcanzará su punto máximo este mes debido a una combinación de factores climáticos. Fenómenos como El Niño y la formación de sistemas de baja presión en el Pacífico y el Golfo de México están intensificando las precipitaciones en varias regiones.
Estados del sureste, como Oaxaca y Chiapas, esperan lluvias intensas que podrían causar inundaciones. Estas condiciones también afectarán al centro del país, incluyendo el Valle de México, donde se prevén tormentas significativas a partir de esta semana.
En el norte, regiones como Chihuahua y Durango no estarán exentas. Las lluvias vendrán acompañadas de granizo y fuertes rachas de viento, lo que podría complicar las actividades al aire libre y la agricultura en estas zonas.
A pesar de los beneficios que las lluvias traen contra la sequía, las autoridades advierten sobre posibles riesgos. Inundaciones, deslaves y afectaciones a la infraestructura son preocupaciones clave, especialmente en áreas urbanas con sistemas de drenaje deficientes.
El huracán Bárbara, que se aleja de las costas mexicanas, también influirá en el clima. Su interacción con otros sistemas de baja presión podría prolongar las lluvias en la Ciudad de México y otros estados hasta mediados de junio.
Los expertos recomiendan a la población mantenerse informada sobre los pronósticos meteorológicos. Las lluvias intensas podrían generar afectaciones en el transporte y el suministro de servicios básicos en varias regiones del país.
El cambio climático es un factor que no puede ignorarse. Los especialistas señalan que estos patrones extremos son cada vez más frecuentes, lo que obliga a México a replantear sus estrategias de adaptación y prevención.
A pesar de los desafíos, las lluvias representan una oportunidad para recargar acuíferos y embalses. Sin embargo, la preparación será clave para minimizar los impactos negativos de este junio histórico.

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