El Partido Acción Nacional (PAN) ha lanzado un nuevo ataque contra la presidenta Claudia Sheinbaum, exigiendo que pida a los mexicanos en Estados Unidos respetar la ley tras las recientes protestas en Los Ángeles. Según el líder panista Marko Cortés, las manifestaciones, que han dejado al menos 42 detenidos, son una muestra de desorden que el gobierno mexicano no debe tolerar ni respaldar.
La controversia surge en medio de un clima tenso por las políticas migratorias de Donald Trump, quien ha intensificado las redadas contra migrantes en California. El PAN critica que el gobierno de Sheinbaum no haya tomado una postura clara para condenar los actos violentos durante estas protestas, como la quema de patrullas, y lo acusa de enviar señales ambiguas que podrían alentar el caos.
Sheinbaum, por su parte, ha defendido a los migrantes mexicanos, destacando que son trabajadores honestos que contribuyen a la economía de Estados Unidos. En su conferencia matutina, la mandataria insistió en que su administración rechaza la criminalización de los connacionales y llamó a evitar la violencia, pero sin caer en provocaciones. Sin embargo, el PAN considera que estas declaraciones son insuficientes y carecen de firmeza.
Marko Cortés fue más allá y señaló que la presidenta debe ser contundente en rechazar cualquier acción que fomente la violencia, incluso desde México. El líder del PAN argumenta que el gobierno de Morena no puede quedarse de brazos cruzados mientras las protestas en Los Ángeles escalan y generan una percepción negativa de los mexicanos en el extranjero.
La postura del PAN ha generado críticas entre los seguidores de Sheinbaum, quienes acusan al partido de aprovechar la situación para desgastar al gobierno federal. Algunos analistas consideran que esta exigencia es una estrategia política para desviar la atención de los problemas internos del PAN y posicionarse como un partido de “orden” frente a la crisis migratoria.
Mientras tanto, las redadas en California continúan afectando a miles de mexicanos, muchos de los cuales han vivido por años en Estados Unidos. Sheinbaum ha reiterado que los consulados mexicanos están brindando apoyo legal a los detenidos, pero el PAN insiste en que el gobierno debe ir más allá y establecer una postura que no tolere actos fuera de la ley.
Este enfrentamiento entre el PAN y el gobierno de Morena pone en evidencia las profundas divisiones políticas en México, especialmente en un tema tan sensible como la migración. La exigencia de Cortés ha avivado el debate sobre el papel del gobierno mexicano en la defensa de sus connacionales frente a las políticas de Trump y la responsabilidad de mantener el orden en las protestas.
La situación en Los Ángeles sigue siendo crítica, con reportes de enfrentamientos entre manifestantes y autoridades estadounidenses. El gobierno de Sheinbaum enfrenta ahora el reto de equilibrar la defensa de los derechos de los migrantes con la necesidad de mantener una imagen de estabilidad, mientras la oposición aprovecha cada oportunidad para cuestionar su liderazgo.