La elección judicial en el Estado de México fue un ejercicio sin precedentes, donde más de 13 millones de electores tuvieron la oportunidad de decidir quiénes ocuparían cargos clave, como la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, magistraturas y juzgados. Sin embargo, la participación ciudadana fue baja, alcanzando apenas un 12.45 por ciento del padrón electoral, lo que refleja un desafío para las autoridades en fomentar el interés por estos procesos.
La única impugnación registrada, según el IEEM, se centra en un aspecto específico de los resultados, aunque no se han revelado detalles sobre su naturaleza. Este recurso será revisado por el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), que determinará si hay méritos para modificar algún aspecto del proceso o si los resultados se mantendrán firmes.
A pesar de la baja participación, el IEEM destacó la transparencia y vigilancia ciudadana durante la jornada electoral. Se instalaron más de 9 mil casillas en todo el estado, y el proceso se llevó a cabo sin incidentes graves. Las autoridades electorales subrayaron que el uso de herramientas como el Sistema Informático de Apoyo a los Cómputos (SIAC) permitió un seguimiento puntual de los resultados.
El proceso no estuvo exento de retos. La consejera electoral Karina Vaquera había señalado previamente que la organización de esta elección fue un desafío logístico, desde la producción de 54 millones de boletas hasta la capacitación de miles de funcionarios. A pesar de estas dificultades, el IEEM afirmó que el ejercicio cumplió con los estándares de legalidad y equidad.
La baja cantidad de impugnaciones contrasta con procesos electorales anteriores, como el de 2021, donde se registraron decenas de recursos por elecciones municipales y distritales. Esto podría interpretarse como una señal de confianza en los resultados o, por el contrario, como una falta de interés en cuestionar un proceso con poca participación.
El IEEM ya ha concluido el conteo de votos y ahora entra en la fase de resolución de impugnaciones. Una vez que el TEEM emita su fallo sobre la única queja presentada, el instituto procederá a entregar las constancias de mayoría y a declarar la validez de la elección. Este paso cerrará formalmente la jornada electoral judicial.
Para el Estado de México, esta elección fue una prueba piloto de cara a los comicios de 2027, que serán aún más complejos al incluir la renovación de un mayor número de cargos judiciales, además de ayuntamientos y diputaciones. Las autoridades electorales ya analizan cómo mejorar la participación y optimizar los recursos para futuros procesos.
La reforma al Poder Judicial mexiquense, que dio pie a esta elección, buscaba democratizar la selección de jueces y magistrados, garantizando también la paridad de género. Aunque el objetivo era ambicioso, la baja participación ciudadana plantea preguntas sobre cómo involucrar a la población en decisiones que impactan directamente en la justicia.
El camino hacia una justicia más transparente y cercana al pueblo sigue en construcción. La experiencia del 2025, con sus aciertos y áreas de oportunidad, será clave para definir el rumbo de las próximas elecciones judiciales en el estado más poblado del país.