La batalla por el regreso del ascenso y descenso en el fútbol mexicano sufrió un nuevo revés. Cimarrones de Sonora, equipo de la Liga de Expansión MX, anunció su decisión de retirarse de la demanda colectiva presentada ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) contra la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Con esta salida, el número de clubes que persisten en la querella se reduce a seis, debilitando el frente que busca reactivar el sistema de promoción en el balompié nacional.
El proceso comenzó en mayo de 2025, cuando diez equipos de la Liga de Expansión MX unieron fuerzas para exigir a la FMF el cumplimiento de su compromiso de restablecer el ascenso y descenso, suspendido desde 2020 tras la pandemia de Covid-19. Los clubes argumentaban que la falta de un camino claro para ascender a la Liga MX limita sus oportunidades de crecimiento y desmotiva la competencia deportiva.
Cimarrones se convierte en el cuarto equipo en desistir, siguiendo los pasos de Atlante, Jaiba Brava Tampico Madero y Alebrijes de Oaxaca. La decisión de estos clubes ha sido vinculada a la presión ejercida por la FMF, que suspendió un subsidio anual de 20 millones de pesos a los equipos demandantes, una medida que ha generado controversia en el fútbol mexicano.
La FMF ha defendido su postura, asegurando que el ascenso no está cerrado y que el proceso de certificación para los clubes sigue abierto. Sin embargo, solo dos equipos, Leones Negros y Atlante, cumplen actualmente con los requisitos para competir en la Liga MX, lo que dificulta la reactivación del sistema de ascenso y descenso.
Los seis clubes que permanecen en la demanda son Atlético La Paz, Cancún FC, Atlético Morelia, Mineros de Zacatecas, Venados de Mérida y Leones Negros. Estos equipos insisten en que el regreso del ascenso es crucial para revitalizar la competitividad del fútbol mexicano y brindar oportunidades a los clubes de la división de plata.
La suspensión del ascenso y descenso en 2020 se justificó como una medida para estabilizar financieramente a los clubes durante la crisis económica derivada de la pandemia. No obstante, la prolongada ausencia de este sistema ha generado descontento entre aficionados y directivos, quienes consideran que la falta de movilidad entre divisiones afecta el nivel deportivo.
La retirada de Cimarrones plantea dudas sobre la viabilidad de la demanda ante el TAS. La pérdida de apoyo económico y la presión de la FMF podrían estar influyendo en las decisiones de los clubes, que enfrentan un dilema entre mantener su lucha por la justicia deportiva o garantizar su estabilidad financiera.
Mientras tanto, la FMF ha reiterado que el proceso de certificación está en marcha y que los clubes interesados deben cumplir con requisitos estrictos, como contar con fuerzas básicas completas y equipos femeniles. Sin embargo, los equipos demandantes argumentan que estos criterios son difíciles de alcanzar sin un apoyo claro por parte de la Federación.
El futuro del ascenso y descenso en el fútbol mexicano sigue en el aire. La resolución del TAS podría marcar un precedente importante, pero con cada club que desiste, la presión sobre los que persisten aumenta. Por ahora, los aficionados esperan que la lucha de los seis equipos restantes logre un cambio significativo en el balompié nacional.
El próximo capítulo de esta controversia se definirá en los tribunales internacionales, donde el TAS evaluará las pruebas presentadas por ambas partes. La decisión final podría no solo impactar a los clubes de la Liga de Expansión, sino también redefinir la estructura competitiva del fútbol mexicano en los próximos años.