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Cientos de manifestantes desatan el caos en Texas por redadas migratorias en Los Ángeles

La noche del lunes, las calles de Texas se convirtieron en un campo de batalla. Cientos de personas salieron a protestar en Austin, Dallas y otras ciudades importantes del estado, mostrando su apoyo a las manifestaciones en Los Ángeles contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Aduanas. Lo que comenzó como una demostración pacífica terminó en violentos enfrentamientos con la policía local.
En Austin, los manifestantes marcharon hacia las oficinas del Servicio de Inmigración y Aduanas. La tensión escaló rápidamente cuando las autoridades declararon la protesta como una asamblea ilícita. La policía y agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas respondieron con gas pimienta y balas de goma para dispersar a la multitud. Varias personas fueron arrestadas en medio del caos.
En Dallas, la situación no fue diferente. Las protestas se prolongaron hasta la noche, con enfrentamientos que dejaron un saldo de detenidos. Los manifestantes portaban pancartas con mensajes como “nadie es ilegal” y “fin a las políticas de deportación”. La policía utilizó gas pimienta para controlar a la multitud, lo que intensificó los ánimos y generó más disturbios.
Estas manifestaciones en Texas son una respuesta directa a las redadas migratorias en Los Ángeles, donde el Servicio de Inmigración y Aduanas ha intensificado sus operativos. Desde el viernes, las autoridades federales han detenido a decenas de personas en diversos puntos de la ciudad californiana, desatando una ola de protestas que ya lleva cinco días consecutivos.
El presidente de Estados Unidos ordenó el despliegue de 2 mil efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, una medida sin precedentes en las últimas seis décadas. Esta decisión, tomada sin la autorización del gobernador de California, ha sido criticada por líderes locales como un intento de militarizar la respuesta a las protestas.
El gobernador de Texas, un firme aliado de la administración federal, defendió las políticas migratorias y la respuesta policial. En un mensaje publicado en redes sociales, afirmó que las protestas representan un ataque organizado contra las fuerzas del orden. Sus palabras han avivado aún más las tensiones en el estado.
Mientras tanto, Los Ángeles sigue sumida en la incertidumbre. Los enfrentamientos entre manifestantes y autoridades han dejado vehículos incendiados, cientos de arrestos y un ambiente de creciente tensión. Las redadas han generado miedo en las comunidades migrantes, que exigen el fin de estas operaciones.
Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han denunciado las tácticas utilizadas por las autoridades federales, calificándolas de intimidatorias. Activistas aseguran que los operativos se han centrado en comunidades hispanas, generando un clima de terror entre los residentes.
Las protestas en Texas y California reflejan un descontento generalizado con las políticas migratorias actuales. A medida que las redadas continúan, las manifestaciones se han extendido a otras ciudades del país, como San Francisco y Nueva York, donde también se han reportado detenciones.
El futuro de estas protestas es incierto, pero la indignación no parece disminuir. Con las autoridades federales decididas a mantener su ofensiva migratoria y las comunidades dispuestas a resistir, el conflicto podría escalar aún más en los próximos días.

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