Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Canadá blinda Kananaskis ante la llegada del G7: seguridad máxima para un encuentro clave

Las autoridades canadienses han transformado la tranquila localidad de Kananaskis, en las Montañas Rocosas, en una fortaleza impenetrable. Desde este martes, se ha restringido el acceso a los bosques cercanos, un destino habitual para senderistas y excursionistas, en preparación para la Cumbre del G7 que comenzará el próximo domingo. La reunión reunirá a líderes mundiales, incluido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un evento que promete ser decisivo para la política global.
La Policía Montada de Canadá ha tomado medidas drásticas para garantizar la seguridad. Desde hoy y hasta el 18 de junio, un día después de que termine la cumbre, está prohibido estacionar vehículos en la autopista 40, que conecta la ciudad de Calgary con Kananaskis. Las restricciones buscan proteger a los asistentes y facilitar el movimiento de vehículos policiales en esta área de alta sensibilidad.
Kananaskis, un pequeño pueblo turístico con apenas 133 habitantes permanentes, espera la llegada de cerca de 2,000 delegados y 1,400 periodistas. La cercana localidad de Banff albergará el centro de prensa internacional, lo que incrementa la presión sobre las medidas de seguridad en toda la región. Las autoridades no han escatimado recursos para evitar cualquier incidente.
Las fuerzas de seguridad, que incluyen efectivos de las fuerzas armadas canadienses, han instalado puntos de control y barricadas de concreto en la carretera de acceso a Kananaskis. Estas medidas refuerzan el perímetro de seguridad en torno a la localidad, que se convertirá en el epicentro de la diplomacia mundial durante unos días.
Además, se ha establecido una zona de exclusión aérea de 55 kilómetros alrededor de Kananaskis, donde está prohibido el vuelo de aeronaves y drones. También se ha delimitado una zona de 37 kilómetros alrededor del aeropuerto de Calgary, reforzando aún más el control del espacio aéreo en la región.
Para evitar protestas cerca del lugar de la cumbre, las autoridades han designado tres áreas específicas en Calgary, a 60 kilómetros de Kananaskis, donde los manifestantes podrán expresar sus opiniones. Esta decisión busca mantener cualquier tipo de movilización lejos del evento principal, garantizando un entorno controlado.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ha destacado que la Cumbre del G7 será una oportunidad para abordar temas cruciales como la paz, la seguridad energética y la transición digital. Líderes de países como Alemania, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos estarán presentes, junto con invitados especiales de Ucrania, India, Brasil y México.
La cumbre, que se extenderá hasta el 17 de junio, también será el primer encuentro de Donald Trump con sus aliados desde que asumió su segunda presidencia en enero de 2025. Su participación genera expectativa, especialmente tras su controvertida actuación en la Cumbre del G7 de 2018 en Charlevoix, donde retiró el apoyo de Estados Unidos al comunicado final.
Kananaskis no es ajena a eventos de esta magnitud. En 2002, ya fue sede de una cumbre del entonces G8, que incluía a Rusia. Sin embargo, el contexto actual, marcado por tensiones comerciales y conflictos globales, hace que esta reunión sea vista como un momento clave para la cooperación internacional.
Con estas medidas de seguridad sin precedentes, Canadá busca proyectar una imagen de liderazgo y estabilidad. La Cumbre del G7 en Kananaskis no solo pondrá a prueba la capacidad organizativa del país, sino también su rol como mediador en un escenario global cada vez más complejo.

Compartir:

Noticias Relacionadas