El sistema de transporte JuárezBus, orgullo de Ciudad Juárez, ha sido blanco de actos vandálicos que han dejado un impacto económico significativo. Según el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña, los daños a las unidades alcanzan casi los 300 mil pesos, principalmente por la ruptura de cristales en los autobuses. Hasta ahora, diez unidades han resultado afectadas, lo que representa un golpe al servicio que miles de ciudadanos utilizan diariamente.
Cada cristal roto tiene un costo aproximado de 29 mil pesos, una cifra que no solo afecta las finanzas públicas, sino que también interrumpe la operación normal del transporte. Retirar una unidad para repararla implica menos opciones de movilidad para los juarenses, quienes dependen de este sistema para sus traslados cotidianos. Las autoridades han señalado que los ataques no son aislados, sino que se concentran en una zona específica de la ciudad.
Tras una investigación inicial, las autoridades lograron identificar una zona donde los actos vandálicos son recurrentes. Esto permitió la detención de dos menores de edad como presuntos responsables de algunos de los daños. Sin embargo, el problema persiste, y las agresiones contra los autobuses no parecen detenerse, afectando la calidad del servicio que el gobierno estatal ha promovido como uno de los más modernos del país.
Recientemente, se reportó un nuevo incidente donde un adulto lanzó una piedra contra una unidad, rompiendo otro cristal. Este tipo de actos no solo generan gastos innecesarios, sino que también reflejan un desafío para mantener la seguridad y el orden en el sistema de transporte. Las autoridades han prometido reforzar las medidas para evitar que estas agresiones continúen.
El JuárezBus, que opera con una inversión de 800 millones de pesos por parte del Gobierno del Estado, es un proyecto clave para la modernización del transporte público en Ciudad Juárez. Con tres líneas en funcionamiento, el sistema busca ofrecer a los ciudadanos un servicio eficiente y cómodo. Sin embargo, los actos vandálicos amenazan con frenar este progreso y generar costos adicionales para los contribuyentes.
Santiago de la Peña destacó que el compromiso del gobierno estatal es garantizar un transporte digno para los juarenses. Sin embargo, los constantes ataques a las unidades dificultan este objetivo. Las reparaciones no solo implican un gasto económico, sino también tiempo y recursos que podrían destinarse a mejorar otros aspectos del sistema.
La detención de los presuntos responsables es un paso hacia adelante, pero las autoridades reconocen que se necesita más que castigos para resolver el problema. Identificar las causas detrás de estos actos y trabajar en la prevención será crucial para proteger un sistema que beneficia a miles de personas todos los días.
El impacto de estos actos vandálicos no debe subestimarse. Además de los costos directos, los daños generan una percepción de inseguridad entre los usuarios del JuárezBus. Los ciudadanos merecen un transporte público confiable, y es responsabilidad de todos cuidarlo para que siga siendo un orgullo de Ciudad Juárez.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para colaborar en la vigilancia y el cuidado de las unidades. Mientras tanto, se espera que las medidas de seguridad se refuercen en las zonas más afectadas para evitar que los daños sigan creciendo.
El futuro del JuárezBus depende de un esfuerzo conjunto entre gobierno y ciudadanos. Proteger este sistema no solo garantiza una mejor movilidad, sino que también refleja el compromiso de los juarenses con el desarrollo de su ciudad.