El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, reinauguró un módulo de compra segura de vehículos usados en la alcaldía Iztapalapa. Este espacio, ubicado en la colonia Chinampac de Juárez, busca facilitar transacciones de compraventa de autos de manera rápida y segura, según las autoridades.
La jefa de gobierno afirmó que el módulo es parte de una estrategia para combatir el robo de vehículos y autopartes, un problema persistente en la capital. Sin embargo, la promesa de seguridad y eficiencia suena conocida en un contexto donde los resultados suelen quedarse cortos frente a los anuncios.
El módulo ofrece servicios gratuitos, como la verificación de documentos y la inspección física de los vehículos para garantizar que no tengan reporte de robo. También se podrán realizar trámites de control vehicular, como cambio de propietario o regularización de motocicletas.
Brugada destacó que el tiempo de atención será de entre 15 y 20 minutos por trámite, una meta ambiciosa que genera dudas sobre su cumplimiento, dado el historial de saturación en servicios públicos de la ciudad.
La estrategia incluye planes para abrir dos módulos adicionales, uno en Dr. Vértiz y otro en La Merced Balbuena. Las autoridades aseguran que estos espacios ayudarán a reducir delitos como el fraude en la compra de autos, que a menudo se promocionan a precios sospechosamente bajos en redes sociales.
El robo de vehículos en la Ciudad de México ha disminuido, según datos oficiales, pasando de 39.7 casos diarios en 2018 a 16.5 en mayo de 2025, una reducción del 58.4 por ciento. Sin embargo, los ciudadanos siguen enfrentando inseguridad en las calles, lo que pone en tela de juicio la efectividad de estas medidas.
La aplicación Mi Policía también se actualizó con funciones para acompañar a los usuarios durante transacciones bancarias o compras de autos, una herramienta que busca reforzar la seguridad, pero cuya implementación práctica aún está por verse.
El módulo de Iztapalapa es presentado como un paso hacia la protección del patrimonio de los ciudadanos, pero la confianza en estas iniciativas es frágil. Los capitalinos esperan resultados concretos en un entorno donde la delincuencia sigue siendo una preocupación diaria.
La fiscal general de justicia, Bertha Alcalde, aseguró que el módulo no solo busca prevenir delitos, sino también proteger a los consumidores y cerrar espacios a la economía ilegal. Palabras que resuenan, pero que deberán traducirse en hechos para convencer a una ciudadanía escéptica.
Mientras el gobierno de Morena apuesta por estos módulos, la pregunta persiste: ¿será este otro proyecto que se queda en buenas intenciones o realmente marcará una diferencia en la seguridad de la capital?