En la zona oriente del Estado de México, una región golpeada por la inseguridad, las autoridades han puesto en marcha un nuevo operativo para localizar a personas desaparecidas. La estrategia, bautizada como “Difusiones Masivas de Búsqueda”, busca intensificar los esfuerzos en ocho municipios clave. La iniciativa surge en medio de un contexto alarmante, donde miles de familias siguen esperando respuestas sobre sus seres queridos.
La gobernadora Delfina Gómez, al frente de esta operación, ha destacado la importancia de la colaboración entre los tres niveles de gobierno. Sin embargo, la falta de resultados concretos en el pasado genera escepticismo. La zona oriente, que concentra más de la mitad de los delitos en el estado, es un punto crítico donde la violencia y las desapariciones han escalado sin control.
El operativo consiste en pegar boletines de búsqueda en bardas, postes y espacios públicos de alta visibilidad. Los municipios seleccionados son Chalco, Chimalhuacán, Ixtapaluca, La Paz, Nezahualcóyotl, Texcoco, Valle de Chalco y Ecatepec. Estas demarcaciones son conocidas por sus altos índices de criminalidad, lo que agrava la urgencia de la situación.
En 2024, el Estado de México registró más de 6 mil casos de personas desaparecidas, un promedio de 16 al día. Esta cifra posiciona a la entidad como la más afectada del país, superando a Nuevo León y Puebla. Los datos reflejan una realidad desoladora: muchas de estas personas, especialmente jóvenes entre 15 y 34 años, no han sido localizadas.
La estrategia incluye la participación de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, la Fiscalía General de Justicia y la Comisión de Búsqueda de Personas. Sin embargo, la ausencia de un titular en esta última institución, vacante desde hace meses, pone en duda la eficacia de la coordinación. Las familias de las víctimas exigen acciones más contundentes y resultados inmediatos.
En los últimos años, los operativos en la zona oriente han dado algunos frutos, como la detención de presuntos delincuentes y la recuperación de vehículos robados. No obstante, el problema de las desapariciones persiste. La falta de avances significativos ha llevado a cuestionar si estas medidas son suficientes para enfrentar una crisis de tal magnitud.
La difusión masiva de boletines busca involucrar a la ciudadanía, pero también pone en evidencia la incapacidad del gobierno para prevenir estas desapariciones. La estrategia, aunque necesaria, parece ser una respuesta tardía a un problema que lleva años fuera de control.
Organizaciones civiles y colectivos de búsqueda han señalado que las primeras horas tras una desaparición son cruciales. A pesar de esto, los protocolos no siempre se aplican con la rapidez necesaria. La desconfianza hacia las autoridades crece, alimentada por casos sin resolver y la percepción de impunidad.
La gobernadora ha prometido que este operativo marcará un antes y un después en la atención a las desapariciones. Sin embargo, las familias afectadas no quieren más promesas, sino hechos. La zona oriente del Edomex sigue siendo un territorio donde la inseguridad y la incertidumbre reinan.
Este operativo es apenas un paso en un camino largo y complejo. Mientras las autoridades difunden rostros en carteles, miles de personas siguen esperando el regreso de sus seres queridos, atrapados en una espera que parece no tener fin.

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Operativo de búsqueda masiva en Edomex: la crisis de desapariciones no da tregua
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