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La inflación en México se dispara al 4.42% en mayo, superando todas las expectativas

En mayo de 2025, la inflación en México alcanzó un preocupante 4.42% anual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este dato, que supera las estimaciones de los analistas, refleja un aumento significativo en los precios de productos y servicios básicos que afectan directamente el bolsillo de las familias mexicanas.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un incremento mensual de 0.28% respecto a abril. Este repunte marca una tendencia al alza, ya que la inflación general lleva meses acelerándose, alejándose cada vez más del objetivo del Banco de México (Banxico) de mantenerla en un 3% con un margen de un punto porcentual.
La inflación subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos y combustibles, se situó en un 4.06% anual. Este indicador, considerado clave para medir la trayectoria de los precios a mediano plazo, muestra que la presión inflacionaria persiste en sectores como servicios y mercancías, afectando el costo de vida de los mexicanos.
Por otro lado, la inflación no subyacente, que incluye productos más volátiles como frutas, verduras y energéticos, alcanzó un alarmante 5.34%. Este aumento se debe, en parte, al encarecimiento de productos agropecuarios, como el jitomate y el aguacate, que han disparado los costos en los mercados.
Entre los rubros que más subieron de precio destacan los alimentos, con un incremento notable en pollo y carne de res. También los servicios como loncherías, fondas y taquerías, así como el costo de la vivienda propia, han contribuido a esta escalada de precios que golpea a los consumidores.
A pesar de este panorama, el Banco de México enfrenta un dilema. Aunque la inflación está por encima de su rango objetivo, las expectativas de crecimiento económico para 2025 son bajas, con proyecciones que apenas alcanzan el 1.2% según organismos como la CEPAL. Esto podría presionar al banco central a mantener o incluso recortar las tasas de interés para estimular la economía.
El contexto internacional no ayuda. Las tensiones comerciales, especialmente con Estados Unidos, y la incertidumbre por posibles aranceles han generado cautela entre los inversionistas, lo que podría agravar la situación económica en México. La combinación de una inflación al alza y un crecimiento económico débil plantea un escenario complicado para los próximos meses.
Analistas advierten que, de no controlarse, esta tendencia inflacionaria podría reducir aún más el poder adquisitivo de los mexicanos. Productos de consumo diario, como alimentos y servicios básicos, seguirán encareciéndose, afectando especialmente a los sectores más vulnerables de la población.
Mientras tanto, el gobierno no ha presentado medidas claras para contrarrestar esta escalada de precios. La Secretaría de Hacienda ha ajustado a la baja sus previsiones de crecimiento, reconociendo el impacto de la incertidumbre global, pero las acciones concretas para aliviar la presión económica aún son insuficientes.
Este aumento en la inflación es un recordatorio de los desafíos que enfrenta México en un entorno económico cada vez más incierto. Los próximos meses serán clave para determinar si el país puede estabilizar los precios sin sacrificar el crecimiento económico.

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