Los precios en México no dan tregua. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la inflación general anual se ubicó en 4.42% durante mayo de 2025, un aumento significativo respecto al 3.93% de abril. Este repunte coloca a la inflación por encima del rango objetivo del Banco de México, que busca mantenerla en torno al 3%.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un incremento mensual de 0.28% en mayo, superando las expectativas de los analistas, quienes estimaban un 4.38%. Este dato refleja una presión constante en el bolsillo de los mexicanos, con alzas notables en productos esenciales.
Los alimentos fueron los grandes protagonistas de este aumento. El precio del pollo se disparó un 8.96% anual, mientras que la papaya alcanzó un incremento del 16.25%. Otros productos como la carne de res y los servicios en loncherías, fondas y taquerías también registraron subidas importantes, afectando directamente el costo de la canasta básica.
En contraste, algunos productos mostraron alivio. La tarifa de electricidad disminuyó un 18.45% en la primera quincena de mayo, gracias a los ajustes estacionales en 18 ciudades del país. Sin embargo, este descenso no fue suficiente para compensar las alzas en otros rubros.
La inflación subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos y combustibles, también mostró un incremento. En mayo, se ubicó en 4.06% anual, con un aumento mensual de 0.30%. Esto indica que la presión inflacionaria no solo responde a factores temporales, sino que persiste en el mediano y largo plazo.
El Banco de México enfrenta un panorama complicado. A pesar de haber reducido la tasa de interés a 8.5% en mayo, la inflación ha superado las proyecciones, lo que podría limitar futuros recortes. Los analistas advierten que la economía mexicana está en un punto crítico, con un crecimiento estancado de apenas 0.2% en el primer trimestre de 2025.
Los productos no subyacentes, como los agropecuarios y energéticos, también contribuyeron al aumento. Mientras los precios de los alimentos subieron un 1.60% mensual, los energéticos registraron caídas, principalmente por las tarifas eléctricas. Este comportamiento mixto refleja la complejidad del entorno económico actual.
Para las familias mexicanas, el impacto es directo. El índice de precios de la canasta de consumo mínimo, que incluye 170 productos y servicios esenciales, creció un 0.21% mensual y un 3.60% anual. Aunque estos datos son menores que en 2024, la presión sobre el poder adquisitivo sigue siendo un desafío.
El cierre de 2024 marcó un alivio con una inflación anual de 4.21%, el nivel más bajo en cuatro años. Sin embargo, el repunte de mayo de 2025 enciende las alarmas, especialmente en un contexto de depreciación del peso y alzas en los precios del petróleo, que podrían seguir impulsando los costos.
Este escenario económico pone a prueba la capacidad de los mexicanos para enfrentar un entorno de precios al alza. Con un crecimiento económico débil y una inflación que no cede, el panorama para los próximos meses sigue siendo incierto.

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La inflación en México se dispara a 4.42% en mayo de 2025
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