Baja California Sur vivió un fin de semana marcado por la violencia, con un saldo de cuatro personas asesinadas y tres heridas de bala en distintos municipios. Los hechos, que han generado alarma entre la población, reflejan la creciente inseguridad que azota la región, sin que las autoridades parezcan tener control sobre la situación.
En La Paz, el domingo a las 16:10 horas, un hombre y una mujer fueron atacados a balazos en un domicilio de la colonia Las Garzas. Los agresores, aún no identificados, dispararon contra las víctimas, dejando un rastro de terror en la comunidad. Este incidente es solo una muestra de la brutalidad que se vivió en el estado durante esos días.
En Ciudad Constitución, municipio de Comondú, otro ataque armado dejó a un hombre herido en las calles Morelos y Ávila Camacho. El agresor disparó de manera directa, mostrando la audacia de los criminales que operan en la zona. La víctima fue trasladada a un hospital, pero su estado sigue siendo reservado.
La violencia no se detuvo allí. En la misma Ciudad Constitución, un joven de 19 años fue asesinado a balazos en la colonia Real del Valle. El cuerpo sin vida fue encontrado tras un ataque que, según testigos, ocurrió sin provocación alguna, lo que evidencia la vulnerabilidad de los ciudadanos ante la delincuencia.
En Cabo San Lucas, las autoridades localizaron el cadáver de un hombre de unos 30 años en una brecha en la zona de Aguajitos. El cuerpo, abandonado a las 03:00 horas del domingo, presentaba signos de violencia extrema, lo que sugiere una posible ejecución. Hasta el momento, no hay pistas sobre los responsables.
Otro caso estremecedor ocurrió en la colonia Pueblo Nuevo, también en Cabo San Lucas. Un hombre de aproximadamente 35 años fue asesinado a balazos en las calles Pino Suárez y Agustín Arriola a las 00:30 horas. La víctima no ha sido identificada, y la falta de avances en las investigaciones genera más incertidumbre.
Estos hechos han puesto en evidencia la fragilidad de la seguridad en Baja California Sur. Los ataques armados, que se repiten con alarmante frecuencia, muestran la incapacidad de las autoridades para frenar la violencia que azota a los municipios de La Paz, Comondú y Los Cabos.
La población exige respuestas y acciones concretas para recuperar la tranquilidad. Mientras tanto, los habitantes de estas zonas viven con el temor de ser las próximas víctimas de una ola delictiva que no da tregua. Los reportes de balaceras y asesinatos se acumulan, pero las soluciones parecen estar cada vez más lejos.
La Procuraduría General de Justicia del Estado ha iniciado investigaciones, pero los resultados son escasos. La falta de detenciones y la impunidad en estos casos alimentan la percepción de que el crimen organizado actúa con total libertad en la región.
Este fin de semana violento es un recordatorio de los desafíos que enfrenta Baja California Sur. La inseguridad no solo cobra vidas, sino que también destruye la paz de las comunidades, dejando un panorama desolador para sus habitantes.