El Museo del Prado en Madrid ha abierto sus puertas a una muestra excepcional titulada “Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España”, que reúne cerca de 70 obras dedicadas a la Virgen de Guadalupe, un ícono religioso y cultural que trasciende fronteras. La exposición, inaugurada este lunes, explora los lazos históricos y artísticos entre México y España a través de esta figura venerada.
La Virgen de Guadalupe, surgida en 1531 en el cerro del Tepeyac, es mucho más que un símbolo religioso. Su imagen, estampada en el manto de Juan Diego, se convirtió en un emblema de identidad para México y en un puente cultural con España. La muestra destaca cómo esta devoción cruzó el Atlántico, llegando a diversos países y consolidándose como la primera imagen mariana globalizada.
Comisariada por los expertos mexicanos Jaime Cuadriello y Paula Mues, la exposición incluye pinturas, grabados, esculturas y libros, principalmente de colecciones españolas, con algunas piezas clave provenientes de México. Entre los artistas destacados están José Juárez, Juan Correa, Manuel de Arellano, Miguel Cabrera, Velázquez y Zurbarán, quienes capturaron la esencia de esta figura en los siglos XVII y XVIII.
La muestra se estructura en 11 secciones temáticas que narran desde las primeras representaciones de las apariciones de la Virgen hasta las sofisticadas copias conocidas como “vera effigies”, creadas con fines devocionales y políticos. Estas obras reflejan la precisión artística requerida para replicar la imagen milagrosa, comparada por teólogos con la Eucaristía.
Un aspecto fascinante es la incorporación de materiales exóticos como nácar, marfil y latón, traídos a través del Galeón de Manila, que evidencian la dimensión global del culto guadalupano. La exposición también muestra cómo la Virgen de Guadalupe se convirtió en un símbolo compartido entre España y México, presente en catedrales, basílicas y santuarios de ambos países.
El director del Prado, Miguel Falomir, subrayó la importancia de esta exposición para entender la historia compartida entre ambos pueblos. En sus palabras, mostrar la historia es la mejor manera de abordar debates actuales, como el de la descolonización, ofreciendo una perspectiva artística e histórica sin tintes políticos.
La Virgen de Guadalupe no solo es un ícono religioso, sino también un símbolo de resistencia y unidad, especialmente durante la Independencia de México, cuando fue estandarte de los insurgentes. La exposición captura esta dualidad, mostrando su impacto tanto en el ámbito devocional como en el político.
La muestra, que estará abierta hasta el 14 de septiembre, incluye piezas de gran valor, como un enconchado del siglo XVIII del propio Museo del Prado y una obra de José Juárez de 1656 procedente de Soria. Estas piezas destacan por su belleza y por la riqueza de su contexto histórico.
“Tan lejos, tan cerca” también resalta la conexión entre la Virgen de Guadalupe mexicana y su homónima de Extremadura, explorando cómo ambas imágenes dialogaron en el imaginario colectivo. Este intercambio cultural se ve reflejado en la amplia circulación de la imagen en España, Italia, Filipinas y América Latina.
Esta exposición es una oportunidad única para apreciar el legado artístico y espiritual de la Virgen de Guadalupe, una figura que sigue uniendo a millones de personas a ambos lados del Atlántico. El Museo del Prado invita a descubrir esta historia de fe, arte y conexión cultural hasta mediados de septiembre.