El río Santa Catarina, un ícono de Nuevo León, ha sido declarado Área Natural Protegida por el Congreso estatal. Este afluente, que atraviesa la zona metropolitana de Monterrey, podrá ahora conservar su rica biodiversidad y mantenerse libre de intervenciones que dañen su ecosistema. La decisión marca un hito en la protección ambiental de la región.
La iniciativa, impulsada por colectivos ciudadanos como Un Río en el Río y respaldada por legisladores, busca garantizar que el río se mantenga como un pulmón verde para la ciudad. Desde su nacimiento en la Sierra Madre hasta su desembocadura en la presa El Cuchillo, el cauce estará resguardado de construcciones y actividades que alteren su naturaleza.
El gobernador Samuel García firmó el decreto que oficializa esta declaratoria, acompañado por funcionarios como Alfonso Martínez Muñoz, secretario de Medio Ambiente, y Javier Navarro Velasco, secretario general de Gobierno. La medida incluye la creación de una División Ambiental dedicada a vigilar el río los 365 días del año.
Durante años, el río Santa Catarina ha enfrentado amenazas como desmontes, basura y proyectos de urbanización. En 2023, un ecocidio generado por la remoción de vegetación nativa desató protestas ciudadanas y amparos legales. Estos esfuerzos culminaron en la suspensión de intervenciones dañinas, sentando las bases para la protección actual.
La nueva declaratoria prohíbe explícitamente construcciones, negocios y acumulación de desechos en el cauce. Esto frustra planes de algunos empresarios que buscaban instalar campos de golf, canchas deportivas o pistas de go-karts, según fuentes locales. La prioridad ahora es preservar la flora y fauna endémica.
El río, que cruza varios municipios, alberga especies únicas y es clave para mitigar la contaminación en Monterrey. Su protección no solo beneficia al medio ambiente, sino que también reduce riesgos de inundaciones, un problema recurrente en la región durante la temporada de lluvias.
Para lograr esta declaratoria, se destinaron recursos en el presupuesto 2025 para realizar estudios técnicos justificativos. Estos análisis confirmaron la importancia ecológica del río, desde su colindancia con el Parque Nacional Cumbres de Monterrey hasta el río San Juan.
La creación de la División Ambiental asegura una vigilancia constante. Este equipo trabajará para evitar la contaminación, proteger especies en peligro de extinción y mantener el equilibrio del ecosistema. Además, se realizarán operativos de limpieza, como el que encabezó el gobernador tras la firma del decreto.
Organizaciones ambientalistas han celebrado la medida, pero advierten que la vigilancia ciudadana será clave para su éxito. Colectivos como Un Río en el Río seguirán monitoreando el cumplimiento de las autoridades y promoviendo la restauración del afluente.
Este paso refleja un cambio en la visión sobre el río Santa Catarina, que deja de ser visto como un simple canal para convertirse en un ecosistema vivo. La declaratoria es un avance hacia un Nuevo León más sostenible, donde la naturaleza y la ciudad puedan coexistir en armonía.

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Diputados dan un paso histórico: Río Santa Catarina ahora es Área Natural Protegida
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